Capítulo 27 Lo que sea por un mensaje

Una vez que salen a la noche, Iris se encoge un poco dentro de su capa, es notorio el frío allí en el puerto y es porque está mucho más al norte de lo que acostumbra. El mago va caminando por las calles con ligereza, mientras que para ella le parecen laberintos. Lo va siguiendo muy de cerca, pero atenta a cada uno de los sonidos que salen de los hogares y también los que trae la brisa. Se da cuenta de que, la ciudad en cierto punto comienza a elevarse y, cuando mira atrás, unas pocas luces de los faroles que aún permanecen encendidos se muestran titilantes ante la noche que cada vez se hace más oscura, puesto que la luna está comenzando a volverse nueva.