Capítulo 183 Déjame ver tu herida

Pese a la situación en la que se encontraba, Erick Brennan no se arrepiente del hecho de querer salvar a Arlene, pese a tener la apariencia de un maldito loco tras el volante en esos momentos, con expresión nerviosa, los ojos rojos y el rostro todo sudado. En ese momento se dio cuenta de que se había enamorado, esa alumna atrevida que durante todo el ciclo escolar se le había estado insinuando, hasta conseguir que él la fijará como objetivo, había logrado más que eso, hizo que él por primera vez creyera en las palabras de una mujer, tanto como para en ese momento encontrarse a punto de morir y no importarle si él moría o vivía, mientras ella lo hiciera y no cayera en manos de esos hombres.