Capítulo 15 Familia

El tiempo en la casa de Lucas pasaba rápido, todos los días hablaba con Ana y Luke, estaban algo raros, pero siempre que quería saber que sucedía cambiaban de tema evadiendo mis preguntas, poco hablábamos de Damián, en realidad lo prefería así, en este mes que había pasado seguía pensando igual, pero el miedo a que él hiciera algo en contra de mi familia me perseguía, mama hablaba conmigo seguido, pensaba que seguía en new york no creí conveniente involucrarlos en esto, el dinero que Laila me había dado lo utilice para enviárselo a mis papás. Damián estaba cumpliendo su palabra y el banco ya había hecho su aparición, Lucas estaba al tanto de la situación económica de mis padres y había insistido en ayudarme, pero él no contaba con mucho dinero y no quería seguir incomodando mas, hace unos días Ana había hablado conmigo y el tema de Damián había llegado. Su hermana Laila estuvo en el departamento buscándome, quería saber mi paradero, pero como todas las veces en que se lo preguntaban, ella negaba saber dónde estaba, Laila le había contado a Ana que los primeros días en que él se enteró de mi escape, enloqueció, tomaba todos los días y su comportamiento agresivo había vuelto lo cual me confirmo que lo mejor había sido alejarme de él, pero lo que nos tenía preocupados o mejor dicho a mí me tenía algo inquieta era que después le contó que luego de unos días de su crisis por mi desaparición, volvió a hacer el mismo de siempre, solo que sus visitas casuales con mujeres habían acabado, algo que no tenía muy feliz a su hermana por lo que acudió a Ana, ella afirmaba que su hermano no estaba bien y estaba tramando algo, su comportamiento tan tranquilo no era algo muy usual en el cuándo algo se salía de su radar, mi amiga intento sacar información de Connor, lo cual no pudo, el rubio se negaba a decirle algo a Ana y solo decía que todo volvería a la normalidad como siempre debía ser, lo cual si me preguntan, no me dejaba para nada tranquila, mi deliciosa ducha caliente había terminado hace unos minutos y en este momento me encontraba terminando de arreglar mi cabello para bajar al encuentro con Lucas, después de tanto rogarle me había permitido montar por primera vez en un caballo y desde ese momento esa era nuestra rutina estos últimos días, su caballo era hermoso y el que yo montaba era aún más hermoso, nuestros paseos por la granja eran cortos, pero tranquilizadores, camine hasta las escaleras y baje en busca de Lucas —Grandote ya estoy lista, iré a decirle a Carlos que aliste a ray...-—mis palabras quedaron trabadas en mi garganta cuando vi a Lucas hablando animadamente con Damián, sus ojos se posaron en mí y con su habitual sonrisa me saludo