Capítulo 1 Prólogo
El miedo se cuela por mi cuerpo, cada parte de mi ser se convierte en algo helado y sin vida, no puedo respirar, mis sentidos están nublados y solo puedo observar al amor de mi vida como un desconocido.
—Es verdad Damian?, es cierto lo que ella dice—su cuerpo se sacude y su mandíbula se tensa cuando me escucha preguntarle eso. Quiero la verdad y aunque mi corazón se rompa y no pueda de nuevo construirlo quiero saber, necesito saber.
Damian se acerca a mi pero yo me alejo en cuanto veo que quiere tocarme
—Nena —su voz sale débil y baja, el susurro es lastimero y en este momento no puedo creer más en sus mentiras, no quiero seguir cayendo en su falsedad.
—Solo quiero saber algo más, ¿todo fue una mentira?—una lagrima cae por su rostro y la sola imagen destroza mi corazón.
El gran hombre frió e imponente que conocí esta destrozado en este momento; Pero¿ y yo que?, el me ha destrozado de la peor manera acabo conmigo sin piedad, no puedo pensar con claridad solo quiero salir corriendo y no mirar atrás.
Un suspiro pesado saliendo de Damian me devuelve a mi cruda realidad.
—Solo...déjame explicarte, solo escúchame nena, por favor escúchame —una risa seca y sin humor sale desde lo profundo de mi ser.
—¿Escucharte?, ¿quieres que te escuche?;Que más mentiras debo escuchar de ti, ya se, ¿quieres seguir burlándote de mí?, ¿eso quieres?, no quiero escucharte y no lo voy hacer.
creo que esto es el fin, no necesito más, su silencio ha respondido mis preguntas aunque aún quedan muchas por saber; Pero no quiero nada que venga de Damian miller, no quiero volver a verlo; Doy media vuelta con la intensión de irme pero su mano en mi brazo me detiene, su solo toque enciende en mí esa llama de fuego que esta apagada en mi interior, la potente furia que esta apagada en mí es encendida con su toque.
—No.me.toques—cada palabra que pronuncio sale con fuerza e ira, todo mi cuerpo tiembla por la rabia que emana de mí, los dedos que sostenían mi mano tiemblan ante mi voz, pero aun así no suaviza su agarre.
—Déjame explicarte Abby, te amo nena, por favor no me dejes — esas palabras solo hacen que mi rabia aumente más y con toda la fuerza que no pensé tener, suelto mi brazo de su agarre y me volteo para mirarlo.
Mis ojos deben reflejar algo terrible porque cuando su mirada se posa en mí, se abre de una manera inhumana y el pánico se apodera de él.
—¡¿Amar?!,dices amarme, pero eres un jodido imbecil,nunca me amaste, jodido cretino, como puedes decirme amarme cuando me destrozaste de la peor manera; Como te atreves,!como te atreves!—mi respiración es tan acelerada que mi pecho se mueve de una manera anormal, el cuerpo me tiembla y mis lagrimas caen como si de una cascada se tratara.
Su mano se levanta para tocarme, pero con solo una mirada de advertencia de mí, queda suspendida en el aire.
—Ne-nna perdóname, por favor....perdóname amor—sus palabras desgarradas no producen nada en mí, solo siento rabia y enojo, estoy tan destrozada que no puedo sentir nada por ver al amor de mi vida destrozado frente a mí.
Aprieto mis manos en puños y lo miro a la cara para decirle lo que se, acabara con esto para siempre.
—Una vez te dije que muchas personas pueden romper tu corazón y aun así este puede seguir latiendo, porque en realidad nunca fue de ellos; Pero quien verdaderamente lo tiene y lo rompe, nunca más podrá volver a recuperarlo porque quien lo construye con amor y lo destruye con dolor, nunca volverá hacer que sus latidos sean eternos; — sus ojos se abren desmesuradamente—Y tu Damian, conseguiste lo que nunca nadie pudo conseguir, hacer que mi corazón latiera por ti y también muriera por ti.
su rostro es la imagen de un hombre destrozado y perdido, y con esa última imagen doy vuelta y camino sin mirar atrás.