Capítulo 8 La fiesta

—No me equivoque con usted señorita Romero, bien hecho— asiento en su dirección con una gran sonrisa en mi rostro, joder lo logre, pude por fin decir lo que pensaba sin miedo a poder cagarla, nunca imagine que podría sentir tanta satisfacción como ahora, es maravilloso. La reunión fue todo un exitoso, mi propuesta fue tomada en cuenta y la empresa está en busca de nuevos escritores, el saber que esa decisión fue por una de mis ideas trae un gran valor para mí, camino en dirección a la oficina del Señor Miller, me pidió verme luego de la reunión y con la mano en mi corazón espero que no sea para nada malo de lo contrario no sabría que hacer, toco tres veces y luego de un delante de su parte entró en la gran oficina. —Tome asiento por favor— camino y tomó asiento frente a él —Déjeme felicitarla por su presentación señorita, no esperaba menos de usted —Muchas gracias, señor, es muy importante para mí la oportunidad que usted me brindo— él asiente con su famosa expresión seria. —No tiene nada que agradecerme, sé darle oportunidades a las personas cuando veo que lo merecen, en usted veo mucho talento Abigaíl y no podemos dejarlo pasar—Sonrió tímidamente —De todas maneras muchas gracias —La mandé a llamar porque quería proponerle algo—mi cuerpo se tensiona inmediatamente —¿proponerme algo?, que podría ser Señor—él toma un sorbo del vaso de vidrio que tiene a su lado—En estos días he visto su rendimiento y puedo observar lo dedicada y responsable que es, con lo que sucedió en la reunión me hizo reafirmar mi decisión, no creo que necesite un mes, por lo que quiero que sea mi asistente personal permanentemente—asombro e impresión ocupan ahora mismo mi cuerpo—su capacidad de aprender rápido y su eficacia en lo que hace es de admirar y ese tipo de personas son las que busco para que trabajen conmigo, que piensa señorita, ¿acepta? —Dios si, esta era mi oportunidad de salir sin problemas de este lugar, sé que cualquiera pensaría que estoy loca, en realidad un poco, pero aunque este puesto es muy bueno, el estar cerca a este hombre trae problemas y es lo que menos quiero, necesito pensar en mi bienestar y aunque aquí aprendería mucho creo que lo dejaré pasar, con un suspiro me enderezo y enfrentó al gran hombre frente a mí. —Señor, yo de verdad le agradezco mucho esta oportunidad, pero creo que este puesto no es para mí—él me mira seriamente—No está pensando con claridad Abigaíl, esta es una gran oportunidad para usted, ¿por qué la quiere dejar pasar?—miro mis manos con nerviosismo y decido hablar con la verdad —En realidad señor Miller, usted es un hombre del que se debe mantener alejado—me sonríe y esa solo expresión me produce escalofríos —¿no me diga que se enamoró de mí?, en realidad podría entenderla, pero debo acabar con sus ilusiones diciéndole que no es mi tipo, solo la necesito como mi asistente, nada más— un fuego me recorre todo el cuerpo, la rabia fluía por todo mi ser, ¿pero qué se creía?, ¿enamorada de él?, ja por favor, ya quisiera, tome todo el valor que había en mí y me prepare para responder —No, señor Miller, no estoy enamorada de usted, en realidad tampoco es mi tipo, los hombres que solo pueden brindar dolor y sufrimiento no van conmigo—su mandíbula estaba fuertemente apretada y pensé que en cualquier momento se la rompería —usted no sabe de lo que habla, y le puedo jurar que se va a arrepentir, ahora solo desaparezca de mi vista, no quiero ver su cara más, ! LARGO!—el fuerte rugido de su grito me hizo levantarme de un salto y salir de ese sitio como si alguien quisiera acabar conmigo y en realidad así era. Un mes había transcurrido, un mes desde que había dejado para siempre Editorial Miller, en este mes no pude conseguir ningún empleo. Damián se encargó de cerrar todas las puertas posibles para mí, ningún lado quería emplearme y cada vez sus palabras se repetían en mi cabeza, aunque no me arrepentía de lo que había hecho, si estaba pagando caro haberlo rechazado, Connor intentó hablo con él, pero nada lo hizo cambiar de parecer. El apodo de bestia lo había ganado con muchos méritos, Damián Miller era un hombre déspota, dominante, grosero y frío que no le importaba nada ni nadie, un hombre caprichoso y poderoso que no permitía un no por respuesta y que todo lo que él deseaba tarde o temprano lo tendría. Luego de un sinfín de entrevistas que no tuvieron éxito decidí dar mi último golpe, sabía que Miller editorial estaba buscando nuevos escritores, por lo que tomé valor y envié una de las tantas que tenía llenas de polvo en mi laptop, aunque no quería ningún contacto con Damián, si quería que conocieran mi trabajo, así que sin pensarlo más le di clic y envíe el correo a la empresa. —Te daré un dólar por cada uno de tus pensamientos—Ana me observaba desde el sofá de nuestra sala, estaba tan nerviosa que había olvidado nuestro día de chicas, sonrió en su dirección—¿crees que hice bien en enviar mi novela?—ella suspira y se levanta para caminar hasta mi —Abby, eres una maravillosa escritora, aunque aún no te lo creas, darte la oportunidad de intentarlo no está mal, además si necesitas seguir en anónimo como lo vienes haciendo todo este tiempo, hazlo yo te apoyo—Sonrió— solo que una editorial como Miller no es igual a las apps donde publico mis novelas, no sé si podría soportar otra negativa mas—así es, la idea que di en la reunión ese día, surgió porque yo llevo publicado mis novelas desde un tiempo en app por internet, la verdad debo reconocer que tengo muchos lectores fieles, y eso me alegra demasiado, pero, aun así, deseo ser reconocida por mi trabajo también fuera de ellas. —solo esperemos que suceda, no pierdas la Fe, eso es lo último que debemos perder, ¿lo recuerdas?—Asiento sonriéndole La semana pasó rápidamente y aún no tenía respuesta de el correo que envíe, gracias a Damián Miller y su pendejada conmigo, tuve que volver al restaurante de Jimmy, era por ahora lo único que pude conseguir, era eso o seguir viviendo de la caridad de mis amigos y eso no lo podía permitir más; luego de un largo día en el restaurante estaba preparada para tomar un largo baño, solo que el sonido de mi laptop me interrumpe. Tome el aparato que estaba sobre mi cama y observo que se trata de un correo, al ver el remitente frunció el entrecejo con confusión", ¿quién es Elizabeth Muñoz?, con curiosidad en mí, abro el correo. De: Elizabeth Muñoz Para: Abigaíl Romero Asunto: LIBRO QUIÉREME UN POCO MÁS reciba un cordial saludo Señorita Romero, mi nombre es Elizabeth Muñoz, Editora en jefe de Miller Editorial, le escribimos para informarle que estamos muy interesados en su trabajo, el manuscrito que nos hizo llegar es algo maravilloso y que queremos tener, por lo cual queríamos saber si está interesada en acudir mañana a una reunión conmigo para ultimar detalles de todo lo que se relaciona al tema, si está de acuerdo por favor responda este correo y mi secretaria se pondrá en contacto con usted para darle la hora exacta de la reunión. Cordialmente Elizabeth Muñoz Editora en jefe Miller Editorial Un gran grito salió desde el fondo de mi ser, por Dios no lo podía creer, lo había logrado, era de Miller Editorial, lo conseguí. Suspiro y me acomodo mejor en mi cama para responder el correo. De: Abigaíl Romero Para:Elizabeth Muñoz Asunto:Re: LIBRO QUIÉREME UN POCO MÁS Buenas tardes, Elizabeth, no sabes la felicidad que me da recibir este correo, muchas gracias por esta oportunidad, estaré atenta a la llamada para concretar nuestra cita. Cordialmente Abigaíl Romero Envío el correo y corro hasta la sala por mi móvil; luego de unos largos minutos en los que sentía que me moría, el sonido de mi móvil me hace brincar en mi cama, con manos temblorosas respondo —Hola—la respiración delicada de una persona se escucha al otro lado del teléfono —Señorita Romero, le habla Emma Smith, secretaria de la señorita Elizabeth—Suspiro —Sí, dígame—una pequeña risa se escucha de su parte, creo que acaba de darse cuenta de que me muero de los nervios —Queríamos agendar con usted la cita de mañana, ¿le parece bien a las 10 de la mañana?—asiento sabiendo que ella no me puede ver. —Está perfecto para mi Lo digo presionando el teléfono contra mi oreja, los nervios me están jugando una mala pasada. —De acuerdo, la esperamos mañana, por favor sea puntual, que tenga un lindo día—Sonrió — igualmente, hasta pronto Camino por todo el lugar como una demente, luego empiezo a saltar como una posesa, estoy tan feliz que no me importa que parezca una loca; por Dios mi sueño se hizo realidad, porfin lo logre, por un momento el nombre de Damián Miller viene a mí, aunque vaya a trabajar para él haré todo lo posible por mantenerlo al margen y lejos de mí, puede que sea algo difícil porque es el dueño de la empresa, pero, aun así, nada pierdo intentándolo.
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
FINLINKER TECHNOLOGY LIMITED
69 ABERDEEN AVENUE CAMBRIDGE ENGLAND CB2 8DL
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados