Capítulo 360 Estaré esperando
Viendo cómo su boca se abría como la de un perro, Raylee apenas podía soportarlo más. Justo cuando estaba a punto de perder la paciencia, una mano grande de repente arrebató el vaso de su agarre.
Raylee reconoció esa mano y se dio la vuelta emocionada. "Leo—"
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