Capítulo 598 Una escena tan íntima
Sus manos, firmes como grilletes de hierro, agarraron las muñecas de Annabeth antes de empujarla hacia atrás con la intención de invadir su espacio personal.
De repente, Annabeth se inclinó hacia adelante. Con una patada rápida de su larga pierna, aprovechó el momento en que Severus esquivó el ataque para tirar de sus manos con fuerza, logrando liberarse de su agarre.
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