Capítulo 28 Matarte
Sebastián se apoyó con indiferencia en el auto, con un cigarrillo entre los dedos. Exhaló el humo, con su apuesto rostro velado por la bruma, irradiando una escurridiza sensación de misterio y perverso encanto. En realidad, podría esperarla dentro del auto. Sin embargo, le preocupaba que Annabeth no pudiera encontrarlo. Por eso decidió esperar afuera. El rostro de Sven se contorsionó de forma involuntaria cuando escuchó la razón de Sebastián.
—Señor Brooks, ¿no es su auto en sí mismo un punto de atracción, y más estacionado en un lugar tan llamativo?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread