Capítulo 6 De luna de miel con kevin
Nos marchamos del baño después de lavarnos las manos volviendo a donde estaba Cati con Robert, Bryan y Kevin, nos sentamos las dos en los sillones, mientras los chicos hablaban de sus cosas, yo me volví a levantar pero esta vez para ir a la barra para pedirme alguna bebida rodeando mi cintura Bryan dándome varios besos en el cuello haciendo que mi piel se erizara
— ¿Nos vamos de aquí? estoy un poco incomodo por el idiota de Kevin que no deja de mirarte y no quisiera darle un puñetazzo en su estupida cara — me dijo
— No te preocupes, vamos a coger mi bolso y nos vamos — respondí
Fuimos a donde estabamos sentados, pero cuando llegamos vi a Dory y a Kevin en la pista de baile bailando una lenta, me quedé mirándolos fijandome viendo como Kevin tenía su cuerpo completamente pegado al de su prometida mientras le besaba los hombros, el cuello, las mejillas pero mirándome fijamente a mi y yo a él.
— Nos vamos chicos, mañana nos vemos — le dijo Bryan a Cati y a Robert
Cogi mi bolso y cogiendo mi mano Bryan nos mezclamos entre la gente para poder salir del Club. Nos fuimos paseando abrazados hasta el centro de la ciudad donde era más fácil encontrar un taxi que me llevara a mi casa. Bryan me paso sus brazos por la cintura pegando su cuerpo al mío, acercó sus labios a mis labios, besándonos como si no existiera nadie más que nosotros, hasta que escuchamos la bocina de un coche girandolos para ver quien era, viendo que era el coche de Kevin acompañado de Dory.
— Sube al coche Alice, ya es muy tarde y sabes que mañana a primera hora salimos de viaje — me gritó Kevin cuando bajó de su coche
— Marcharos, Bryan me llevara a mi casa — respondí
— Cariño sube al coche, os puede pasar cualquier cosa, no hay nadie por la calle, por favor Alice — me rogó Dory
— Vete no te preocupes por mi, estarás más segura con ellos — me dijo Bryan sin apartarle la mirada a Kevin
Cogi la barbilla de Bryan para que me mirara a mí, acerque mis labios a los suyos, besándolo como una adolescente, me separé de él subiendo al coche de Kevin, que no dejaba de mirarme por el espejo que había dentro del vehículo
Al día siguiente me desperté más temprano de lo habitual, me levanté de la cama entrando después en el cuarto de baño, me quite el pijama, abri los grifos de la ducha metiéndose debajo de los chorros de agua, cuando ya termine de ducharme, cogi la primera toalla que vi colgada en la puerta, enrede mi cuerpo con ella volviendo a mi dormitorio para vestirme. Ya vestida empezó a sonar mi móvil, lo cogí y viendo que quien me llamaba era Kevin conteste de mala forma
— ¿Ya está mi guardaespaldas en la puerta?
— Menos tonterías Alice, sal de una vez de tu casa — me respondió
— Cuando me tome el zumo, así que sípate en tu cómodo coche que ahora no puedo salir — le respondí con sarcasmo
— Mas te vale que no me hagas entrar a por ti ó te juro que te vas a arrepentir — contestó terminando la llamada
Me bebí el zumo tranquilamente sentada en la silla de la cocina, deje el vaso en el fregadero, me fui a mi dormitorio a coger mi equipaje saliendo por la puerta de mi casa minutos después, viendo el semblante de Kevin muy serio. Cogio mi equipaje guardándolo en el maletero de su coche, me abrió la puerta del vehículo y cuando ya estaba sentada, dando un fuerte portazo la cerro sentándose él en el asiento del conductor Ya en el aeropuerto, cada uno cogió su equipaje hasta las escaleras del avión, cojiendo nuestros equipajes un ayudante del piloto. Tardamos más de doce horas en llegar a nuestro destino, aunque le pregunté a Kevin donde estábamos no quiso responderme, bajamos del avión subiendo seguidamente a una limusina que nos esperaba en la pista parando el chofer en la puerta de un hotel que a primera vista me pareció muy lujoso. Entramos dirigiéndose Kevin a recepción, y al escucharlo hablar en italiano me supuse que habíamos aterrizado en Italia, el botones nos hizo acompañarlo con nuestro equipaje hasta donde se encontraban los ascensore, subimos a uno de ellos, apretando el botón del último piso. Cuando las puertas se abrieron, me quede sin saber que decir ya que era enorme, con una sala más grande que mi propia casa, entre en el dormitorio viendo que tenía una cama donde podían dormir por lo menos cinco personas, y toda la decoración era de mármol.
— ¿Te gusta? — preguntó Kevin
— Todo esto es precioso, valdrá una fortuna quedarse aquí — comente
Kevin se acercó a mí, rodeo mi cintura con sus fuertes brazos, pegando su boca a la mía mientras nuestras lenguas bailaban, me cogió en brazos tumbandome en la enorme cama, enrede mis dedos en su pelo acariciandole. Introdujo su mano por debajo de la falda de mi vestido arrancando el tanga que yo llevaba, por instinto abri mis piernas, para dejar que me acariciara mi sexo, lo necesitaba, lo amaba y lo deseaba, introdujo sus dedos dentro de mi haciéndome sentir un placer indescriptible, gemi, arquee mi espalda y le mordi en el labio sintiendo como una corriente eléctrica recorría mi cuerpo, terminando en un grito cuando me dio un maravilloso orgasmo. Mientras me quitaba el vestido, Kevin se puso de pie en el suelo enfrente de mi quitándose la ropa mientras los dos nos mirábamos a los ojos, quedándonos los dos desnudos. Se puso encima mía y mientras sus dedos acariciaban cada centímetro de mi cuerpo, su boca recorría cada poro de mi piel haciendo que gimiera y le suplicara que me hiciera suya.
— Tranquila señora Taylor, tenemos dos semanas para disfrutar de la luna de miel que no tuvimos, este es mi regalo para ti Alice. Un viaje de novios que nunca olvidaras — me dijo
Los dedos de Kevin acariciando mi espalda sintiendo su aliento cerca de mí, me envolvió y me excitaba, lamió el lóbulo de mi oreja recorriendome un fuerte escalofrío por todo mi cuerpo deseando que se adentrará en mí.
— Dime que me deseas como yo a ti Alice — me dijo
— Te deseo Kevin y también deseo que – me quede callada mirando sus preciosos ojos
— Quieres algo más de mí, ¿verdad? — preguntó
Cuando iba a decirle que deseaba de él, puso sus manos en mis hombros, adentrándose en mi moviéndose despacio haciéndome desear un orgasmo, pero quería primero seguir sintiendo ese placer que solo él sabía darme, Cruce mis piernas en sus caderas atrapándolo como cruel araña atrapa a sus presas porque no quería terminará ese momento mágico que me estaba dando desde aquella noche en las Vegas, en la que fuimos solo uno, sintiendo poco después el fruto de nuestro amor loco, a nuestro bebé. Arañe su espalda perfecta con mis uñas, sintiendo nuestras respiraciones agitadas, salió y entró en mi varias veces hasta que se apoderó de nosotros nuestro clímax, rodeandome Kevin con sus fuertes brazos como si no quisiera perderme o como si supiera que lo nuestro no duraría mucho.
Nos levantamos los dos de la cama y entramos en el cuarto de baño, abri los grifos del agua entrando los dos en la ducha, escuchando cómo sonaba el móvil de Kevin cuando nos estábamos acariciando el cuerpo con el jabón, Kevin no me dejo salir de la ducha para contestar la llamada, pero tampoco quería contestar él, pero empezó a sonar mi teléfono pero con mucha insistencia
— No lo cojas por favor, no deberá ser nada importante — me dijo
— Tengo que contestar, puede haber pasado algo Kevin — respondí viendo cómo cambiaba el semblante de su cara
Salí
del cuarto de baño cogiendo antes la toalla que había en la puerta, enredándola en mi cuerpo, me fui a por mi bolso ya que tenía mi móvil dentro, mire quien me llamaba viendo que era mi amiga Caty
— ¿Qué pasa Cati? me has asustado, — le dije
— ¿Está Kevin contigo Alice? necesito hablar urgente con él — contestó
— No está conmigo, ¿quieres que le diga algo cuando lo vea? — pregunté
— Alice mi hermana se muere, por favor tenéis que regresar a Kansas cuanto antes — me dijo dejándome inerte y sin saber qué decir
— Calmate Caty, yo se lo digo a Kevin y no te preocupes hoy mismo viajamos para casa — respondí colgando la llamada
Deje el móvil en la mesa estupefacta, me gire viendo a Kevin en la puerta del cuarto de baño solamente con la toalla rodeando su cintura
— Quería decirtelo, pero no sabía cómo — me dijo
— Dime ¿qué? Kevin — respondí acercándome a él
— A Dory le han dado los médicos solo dieciocho meses de vida y ella deseaba tener un bebé, por eso me acosté contigo, para darle ese bebé que tanto desea, pero la cosa se ha complicado porque quiere casarse antes de su partida, en la maleta traigo los papeles de nuestro divorcio para que los firmes, necesito Alice que nos divorciemos y me des la custodia total de ese bebé que crece en tu vientre para que Dory no sospeche, que le he sido infiel, — me dijo dejándome inerte
— Y tu crees que voy a aceptar lo que me estás pidiendo, Kevin es mi hijo no es un juguete que se le puede regalar a un niño, lo siento por mi amiga, pero no cuentes conmigo para mentirle — respondí
— Alice no quiero hacerte daño, pero si no me dejas otra opción, se lo diré a tu padre diciéndole que te pille con un indigente , tu decides y sabes a quien de verdad creerá tu padre — me dijo
— Eres la peor calaña con quien me he cruzado — le dije, acercándome a él dándole el mayor bofetón que jamás le di a alguien
Esa misma noche recogimos el equipaje para volver a Kansas, salimos del hotel subiendo al vehículo que ya estaba aparcado en la puerta del hotel y que nos iba a llevar al aeropuerto, no nos dijimos nada ni tampoco nos miramos a la cara durante el trayecto, al llegar al aeropuerto subimos al avión despegando este enseguida. Ya en Kansas nos recogio la limusina de la empresa acercándome el chofer a mi casa, cuando fui a bajar del vehículo Kevin me cogió el brazo con su mano mirándonos los dos fijamente a los ojos
— ¿Firmaras los documentos de divorcio? — me preguntó
— ¿Quitarías la cláusula de custodia total sobre mi hijo? — pregunté
— También es mi hijo recuerdalo y sin mi tu no eres nada — me dijo
— Entonces olvidalo, porque no pienso consentirlo — contesté
Al día siguiente, me levanté de la cama sintiéndome mal, entre en el cuarto de baño, abri la tapa del inodoro vomitando hasta lo que había comido el día anterior, abri los grifos de la ducha entrando dentro, me duche sin dejar de pensar en las amenazas del hombre que yo creía que me amaba, salí de la ducha poniéndome el albornoz que había colgado en la puerta, me fui a la cocina para beberme un vaso de zumo viendo a mi padre ya preparado para marcharse
— Alice hija date prisa que llegamos tarde — me dijo
— Papá eres el jefe, por un día puedes llegar tarde — contesté acercándome a mi dormitorio
Una vez que ya estaba preparada, me marché de mi dormitorio saliendo fuera de la casa viendo ami padre sentado en la limusina que ya nos esperaba. Cuando llegamos a la empresa, me fui directamente a la cafetería a por algo para comer encontrándome a Kevin.
— Tengo los papeles en mi oficina, por tu bien firmarlos — me dijo
— Quita la clausula de mi hijo y te los firmare con mucho gusto — contesté
— No me dejas otra, ya te lo avise Alice — me dijo marchándose de la cafetería
— Hola preciosa, ¿qué vas a querer? hoy te invito yo — me dijo Bryan
— Ponme un bollo para llevar, me muero de hambre hoy — contesté
Me despedí de Bryan y con mi bollo en la mano me fui a la zona donde estaban los ascensores, subi a uno de ellos, cuando paro en mi planta salí de él viendo a Sara acercándose a mí
— Tu padre está con Kevin, te están esperando en el despacho — me dijo
– Anderson, tu hija Alice vino el otro día a mi despacho llorando porque está embarazada, ¿quién es el padre? no lo sabe, ya sabes como es la juventud de ahora unos alocados — dijo Kevin haciéndome mirar al suelo por avergonzandome delante de mi padre
— Que mi única hija ¿que? ¿estas segura Alice, de que estas embarazada? Dime golfa — me grito mi padre levantándose del sillón acercándose a mí dandome un fuerte bofetón en la cara
— Que humillación, mi hija es una puta ¿que dirá tu madre cuando se entere? Kevin por favor, buscarle un piso no la quiero ver por mi casa, ¿me estas escuchando? no quiero putas en mi casa y no me avergonzaras delante de mis amigos,--dijo— Alice para mi has muerto como hija — me dijo mi padre cuando se marchaba del despacho
— ¿No querías que se lo dijera a tu padre? hecho está, después del trabajo te llevare a nuestro nido de amor — me dijo Kevin
— Eres un cínico, porque no le has dicho a mi padre que tú eres el padre de mi hijo y si le digo yo a Dory que tu me violaste y me dejas embarazada, ¿cómo te sentirías Kevin? — pregunté viendo como se levantaba de su sillón acercándose a mí con el semblante de su cara muy serio
— Abre esa preciosa boquita y será lo último que digas por ella — me dijo cogiendo fuerte mis pómulos haciéndome daño
Me fui del despacho de Kevin cayendo las lágrimas por mis mejillas, me senté en mi mesa y cuando conecte mi ordenador, recibi un mensaje de recursos humanos, querian que fuera para darme mi finiquito, me levanté de la silla acercándome a donde estaban los ascensores, entre en el primero que llegó apretando el botón de la planta donde tenía que ir, al llegar salí del cubículo entrando en el despacho de recursos humanos
— Hola Alice, por favor firma esta documentación, no se si tu padre te ha dicho que estás despedida — me dijo
— ¿Cómo? no puede ser, ¿qué voy a hacer ahora? — pregunté
— No lo sé cariño, toma tu finiquito y suerte — me dijo la señora dándome un cheque y unos documentos
Lo cogí volviendo a los ascensores, subi a la planta donde trabajaba muy enfadada, entre en el despacho de Kevin directamente sin tocar dirigiéndome a él.
— Estoy despedida y en la calle, no tengo casa, no tengo nada Kevin ¿cómo has sido capaz? – dije
— Sabes que tengo un piso, toma las llaves y espérame allí, toma la dirección — me dijo dándome una hoja
— A cambio ¿de qué? no pienso renunciar a mi hijo Kevin, te juro que esto no quedará así — le dije enfadada
— Firma los papeles de divorcio y dame la custodia total de mi hijo, tú ahora eres lo más parecido a una indigente, no tienes casa ni dónde vivir ¿qué futuro le darás a mi hijo? ninguno Alice, tendrás que meterte a cosa que sabes hacer muy bien,
— No te permito que — quise terminar de decirle cuando le iba a dar un bofetón cogiéndome Kevin la mano
— No me permitas ¿qué? Alice, tu sabes muy bien que soy multimillonario, ¿a quien le favorecerá la ley si pido la custodia total de mi hijo?, vete a mi piso y piensa bien lo que vas a hacer, firmaras los papeles de divorcio porque te conviene, venga cariño cálmate, cuando llegue yo a nuestra casa, te invitare a cenar y luego te dejaré afónica dándote placer donde más te gusta, mi gatita. — me dijo rodeando mi cintura con sus brazos, lamiendo mi cuello
— Vete al infierno Kevin Taylor, nunca sabrás ni de mi ni de mi hijo — le grite marchandome de su despacho llorando sin consuelo tropezándome con Dory en el pasillo
— Alice cariño ¿qué te pasa, porque estás llorando? seguro que ha sido mi prometido, vamos a hablar con él , ven conmigo — me dijo
— No gracias Dory, perdona pero me tengo que marchar, espero que estés bien — le dije intentando marcharme de la oficina
— No estoy bien cariño, no me queda mucho tiempo Alice, espero poder criar ami hijo aunque solo sean sus primeros meses, pero tengo una buena noticia Kevin y yo nos casamos dentro de un mes y me gustaría que fueras mi madrina de bodas, por favor — me dijo viendo cómo caía unas lágrimas por sus mejillas
— Gracias pero es que yo, — no sabía que decirle ya que me daba lastima, tan joven y ya tenía fecha para su muerte
— Por favor Alice, dime que si, ahora que sé que me muero quiero disfrutar todo lo que pueda de la poca vida que me queda— me dijo
— De acuerdo Dory no puedo decirte que no, sabes cuanto te quiero — le dije
— Entonces todo arreglado, ven conmigo vamos a hablar con Kevin, no le consentiré que haga llorar a mi amiga embarazada – me dijo cogiendo mi mano entrando conmigo en el despacho de Kevin
— Dory mi amor, que sorpresa me has dado cariño — le dijo acercándose a ella, besándose los dos como si no hubiera nadie más dentro del despacho
— Kevin tengo una noticia, Alice va a ser mi madrina en nuestra boda cariño — le dijo mirándome Kevin extrañado
— Cuando estemos casados, te haré la mujer más feliz del mundo, te amo mi amor – le siguió Kevin diciendo— Dory qué te parece cariño si, se queda Alice a vivir con nosotros, así irás viendo cómo va creciendo nuestro hijo en su vientre ¿qué te parece mi amor? — preguntó Kevin
— ¿Qué dices Alice? ¿Te vendrías a nuestra casa hasta que nazca mi hijo? — preguntó Dory viendo una sonrisa ladina en la cara de Kevin
— Claro no me importa — respondi, ya que no podía volver a la casa de mis padres y no tenía más opciones
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