Capítulo 5 No hables con mi padre

Kevin me ayudó a ponerme de pie en el suelo,y después de arreglarme la ropa sin poder recuperar mi tanga ya que Kevin se negó en rotundo a devolvermela, abri la puerta y me marcó del despacho directa al cuarto de baño, ya que me caía por mi entrepierna los fluidos de los dos y no deseaba que nadie se diera cuenta, sobre todo mi compañera Sara. Entre en el cuarto de baño y con el papel mojado en agua pude limpiarme y refrescar mi sexo un poco, ya que Kevin con sus fuertes embestidas me dejo bastante irritada. Salí del cuarto de baño dirigiéndome a mi mesa, me senté en mi silla mirándome Sara con cierta extrañeza. Cerca de la hora del almuerzo, vi a Dory salir del ascensor y acercarse a mi muy sonriente. — Gracias por el favor tan grande que nos has hecho a Kevin y a mi Alice, me alegra de que hayas sido tú la que ha accedido a la inseminación y que lleve a mi hijo en tu vientre, aunque me gustaría que te vinieras a vivir con nosotros y así poder seguir tu embarazo, escuchar los latidos de su corazoncito cuando vayas a tu médico y ver cómo va creciendo por cierto Alice ¿qué médico te sigue el embarazo? — me dijo dejándome atónita por sus palabras — Por ahora a ninguno, espero a estar un poco más adelantada Dory y sabes que haría cualquier cosa por Cati y por ti — le dije — Ya lo sé cariño, pero pediré cita a mi ginecólogo, no puedes estar sin revisiones, déjame todo a mi ¿vale amor? — me dijo Cuando entro Dory al despacho de Kevin, me levanté de la silla corriendo, entrando otra vez en el cuarto de baño para vomitar, entrando detrás de mi Sara — ¿Alice, te encuentras bien? — me preguntó — Si tranquila, estoy bien lo que me pasa es que no me ha dado tiempo a desayunar — contesté — Eso lo arregló yo ahora mismo, voy a decirle al señor Taylor que bajamos al bar a almorzar, yo te invito Sara salió del despacho de Kevin acercándose a mí, que ya la esperaba yo en la parte donde estaba el ascensor, subimos a uno de ellos bajando hasta la cafetería de la empresa. Nos sentamos en las sillas de una mesa que había libre, acercándose a nosotras Bryan. — Que desean estas dos flores — nos dijo Bryan — Yo quiero un zumo y unas tostadas — dijo Sara — ¿Y para la flor que me tiene enamorado que le traigo? — me preguntó — Lo mismo que a pedido Sara — contesté — ¿Alice, qué lío os traéis tú y el señor Taylor? y no me digas que nada, porque os veo — preguntó Sara — Ninguno, ¿qué has visto? — pregunté — Como te mira el jefe y tu a él y ahora la que faltaba, la que no se entera de lo que pasa en su casa, he escuchado a su prometida decirte que eres su vientre de alquiler, sabes que te conozco desde que eras una niña ya que llevo trabajando para tu padre desde el principio, me siento mal verte cuando sales de su despacho, si necesitas mi ayuda sabes que la tienes — me dijo Bryan nos trajo a la mesa lo que le habíamos pedido, sentándose unos minutos con nosotras, hasta que una voz conocida nos hizo girar la cabeza a los tres viendo que a Kevin de pie a nuestro lado — ¿No tienes nada que hacer en la barra? se te paga para que trabajes, no para que estés perdiendo el tiempo hablando con los clientes — le dijo Kevin a Bryan — Si señor, ya me voy a mi puesto de trabajo, luego te llamo Alice — me dijo Bryan antes de marcharse — Señorita Anderson, la necesito en mi despacho, tenemos trabajo, Sara tu puedes terminar de almorzar , ¿nos vamos? — me dijo Kevin con el semblante muy serio al ver que no me levantaba de la silla Nos marchamos hacia donde estaban los ascensores, subimos al primero que estaba libre parando Kevin el ascensor bloqueándome entre las paredes apretando su cuerpo con el mio haciéndome sentir lo duro que yo estaba, apretó su boca con la mía jugando nuestras lenguas, puse mis dedos en su pelo y él puso sus manos en mis pechos amasandolos por encima de mi ropa amasando — Pon el ascensor en marcha, que nos van a pilar — le dije cuando libero mi boca — Eres mía, déjalos que piensen lo que quieran, ¿Quieres que te aquí dentro Alice? — preguntó — No Kevin, por favor aquí dentro no, — le dije Pero no me hizo caso, se bajó la cremallera de su pantalón sacando su duro miembro, puso sus manos en mis nalgas y subiéndome un poco se introdujo dentro de mi sin que yo pudiera impedirlo. Nos movimos y gemimos como dos adolescentes, teniendo casi al unísono nuestros orgasmos, dejándome de pie en el suelo. Cuando Kevin ya se arregló la ropa, le dio al botón poniendo el ascensor en marcha parándose en la planta donde estaba el despacho de mi padre. Las puertas se abrieron viendo a mi padre muy serio mirándonos. — Pensaba que se había estropeado, Kevin por favor que el de mantenimiento venga y lo revise — le dijo — Anderson, tenemos que hablar tu y yo sobre tu hija — le dijo Kevin dejándome sin habla — ¿Qué has hecho ahora Alice? — preguntó cuando las puertas del ascensor se abrieron, saliendo los tres de él y dirigiéndonos al despacho de Kevin Quise irme a mi mesa, pero Kevin me cogió la mano obligándome a seguirlo junto a mi padre hasta su despacho. Entramos los tres, sentados los tres en diversos sillones, Kevin en su sillón detrás de la mesa, y mi padre y yo en los sillones que había enfrente — ¿Qué has hecho esta vez Alice? No quería entrar en el despacho de Kevin pues temía que le dijera a mi padre lo de mi embarazo ya que mis padres eran muy severos con esas cosa, me senté en el sillón mirando a los ojos a Kevin, pero siempre esquivaba mi mirada. — Nada Anderson, Alice no ha hecho nada, simplemente quería hablar contigo porque hay un cliente en Roma un poco problemático y necesito llevarme a tu hija, no cuanto tiempo estaremos en esa bella ciudad, por eso quería comentarte lo — dijo Kevin y esta vez si que cruzo su mirada conmigo — No tiene por qué decirme nada, los días que necesites a mi hija y así aprenderá más de cómo va la empresa, sabes que desde que somos CEOS de esta empresa siempre he confiado en ti, bueno si no tienes que decirme nada más tengo un montón de trabajo — dijo mi padre levantándose del sillón — Nada más y Anderson , gracias — contestó Kevin Mi padre se marchó del despacho, y yo me levanté del sillón para marcharme, pero cuando iba a abrir la puerta Kevin me cogió con su mano mi brazo bloqueándome entre la puerta y él — Te tengo para mi solo el tiempo que a mi me de la gana Alice Anderson, te voy a hacer gritar tanto mi nombre que no podrás hablar en mucho tiempo — me susurro al oído, pegando después su boca a la mía, introduciendo su lengua hasta el fondo de mi cavidad bucal, mientras introducía su mano por debajo de mi falda, metiendo sus dedos hasta el fondo de mi ser – Por favor para Kevin — le suplique mientras movía mi cuerpo al ritmo que me marcaban los movimientos de los dedos suyos que tenía en mi interior — No quiero, me vas a dar tu orgasmo en mi boca ahora — dijo, poniéndose de rodillas delante de mí, jugando su lengua con mi clítoris hasta que di un grito sordo con mi orgasmo — Así me gustas, obediente y sumisa, prepara tu equipaje para varios días, esta tarde ire a casa de tus padres con mi prometida, quiero asegurarme de que no te vas a marchar con ese idiota de Bryan esta noche a ninguna parte y ahora señorita Anderson, marchate de mi despacho — me dijo abriendo la puerta del despacho Me marcó del despacho y me disculpé con Sara que ya estaba en su mesa, me dirigi hacia los ascensores, subí al primero que llego y apreté el botón donde de la planta donde se encontraba la cafetería, cuando llego baje y me dirigi a la barra, viendo a Bryan mirándome con su sonrisa como siempre hacia cuando me veía. — ¿Qué va a querer esta preciosidad? — pregunto — Ponme una bebida refrescante, me muero de sed — contesté Cuando me puso la bebida, me senté en una de las sillas de la barra,, estuvimos hablando de cosas sin importancia mientras Bryan servía a los clientes. Poco antes de terminar mi bebida vi acercarse a mi Kevin, mire hacia otro lugar para ver si pasaba desapercibida para él, pero cuando quise darme cuenta lo tenía a mi lado con el semblante muy serio — ¿Qué haces aquí? flirteando con ese don nadie me supongo — me dijo — He venido a tomar algo ya que no me ha dejado desayunar señor Taylor — le dije con sarcasmo — Súbete ahora mismo a la oficina, tenemos trabajo y te necesito en mi despacho — me dijo gritando viendo a la gente que había en el bar como me miraban — Subire cuando termine de tomarme mi bebida señor Taylor — volví a repetir su apellido — Será mejor que no sepas como soy cuando me enfado señorita Anderson — me susurro — Lo siento, pero de aquí no me muevo — respondí — Alice — me grito Kevin — Kevin cariño, estás aquí — dijo Dory que acababa de entrar en el bar acercándose a nosotros — Hola Alice preciosa ¿cómo estás? y — preguntó señalando con el dedo mi vientre — Todo bien tranquila, Dory por favor dile a tu prometido que me deje almorzar, esta un poco idiota últimamente— le dije cruzando la mirada con Kevin — Cariño, todo tiene que ir bien y Alice tiene que comer tu bien sabes porque cielo — respondió Dory — ¿Y tú qué haces aquí amor mio? es muy extraño que vengas a la empresa dos veces en un mismo día — dijo Kevin — SI es verdad, pero he venido para hablar con Alice, –dijo dirigiéndose a mi despues– cariño ya tengo la cita con mi ginecologo, yo te recogeré para ir las dos juntas — me dijo — Cariño, esta noche cenaremos en casa de Anderson, te recogeré en casa cuando salga del trabajo — dijo Kevin — AH muy bien, cuanto más cerca esté de mi bebé mejor, que ilusión Alice, nunca te lo podré agradecer como te mereces — dijo Dory — Señorita Anderson tenemos que volver al trabajo — me dijo Kevin Me levanté de la silla dándonos Dory y yo un abrazo y un beso, cuando me iba a marchar me gire viendo como se besaban Kevin y Dory, haciéndome sentir celosa, pero una mano me hizo sobresaltarse un poco llevándome a la parte de detrás del bar — Bryan ¿qué haces? — pregunté — Esto — me dijo poniendo su mano en mi nuca, apretando sus labios con los mios mientras nuestras lenguas bailaban juntas — Te quiero desde el primer día que te vi Alice, pero ese idiota de tu jefe es insoportable — me dijo — Es el jefe y si quiero conservar el trabajo, ya sabes me toca soportarlo — respondí — Alice: ¿quieres ser mi novia formal? Puedo hablar con tu padre si quieres, él sí que me aprecia — No bryan aún no, solamente nos conocemos dos días, dejemos un poco más de tiempo ¿sí? — Vale como quieras, tu mandas en mi vida — me dijo haciéndome sentir culpable por no decir mi verdad. Por la noche vino Cati con Dory y Kevin a mi casa, encerrándonos en mi dormitorio mi amiga y yo. — Me ha llamado Robert, dentro de diez minutos nos espera él y Bryan, nos van a llevar al club de siempre a ver si me olvido un poco del trabajo, nena me tienen harta con Cati por aqui Cati por alla, no me dejan tranquila — me dijo riéndonos las dos Me puse porque aún podía ya que no se me notaba todavía la barriga, un vestido negro corto sin tirantes y escote un poco pronunciado ya que mis pechos si que me crecieron un poquito, nos marchamos de mi dormitorio hacia el salón donde estaban mis padres hablando con la hermana de mi amiga y su prometido. — Nosotras nos vamos, que lo paseis bien — dijo Cati, cruzando la mirada Kevin y yo viendo lo serio de su semblante — Demasiado guapas vais, ¿tenéis novio ya? — preguntó mi madre — Algo así mamá, pero ya quisieras tu vernos a las dos casadas— respondí riendo Ya en la puerta, fui a cerrarla cuando algo me lo impidió viendo a Kevin, que cogiendo mi mano me arrastró con él a un lateral de la casa en la misma calle — ¿Dónde te crees que vas, con ese don nadie, eres mia Alice y me debes respeto y obediencia, – me dijo — No te voy a poner los cuernos como tu me los estás poniendo a mí con tu prometida y si no te gusta que salga te jodes — contesté recibiendo de Kevin un fuerte bofetón en mi cara — Oye tú, fuera de la oficina no mandas con ella, pegame a mi valente y no a ella — le gritó Bryan desde el coche, haciendo que a causa de sus gritos mis padres salieran a la calle — Ahora, diles a todos quien es el padre — susurré a Kevin en su oído — ¿Qué está pasando aquí? — preguntó mi padre — Nada tranquilo, solo le estaba diciendo a Alice que mañana salimos temprano de viaje y que no se recoja en casa muy tarde — Alice por favor cariño, no bebas, sabes que para mi hijo es malo — me susurro Dory en el oído para que nadie la escuchara — Es mi tiempo, es mi vida y es lo que ami me dé la gana, y si hay alguien a quien no le guste que se joda, Robert arranca el coche que nos vamos ya de aquí — grité como si estuviera loca, dejando a todos con la boca abierta, haciéndonos reir a mi amiga y a mí cuando nos dimos cuenta — Cati qué cojones le pasa a tu cuñado con Alice, no la deja nunca tranquila — dijo Bryan en el coche — Es muy dominante a mi hermana la trata igual, le gusta que hagan los demás lo que él diga si no quieres que se enfade contigo — contestó Cati — Pero a mi chica que no vuelva a tocarla o sabrá lo que son unos verdaderos puños — respondió Bryan Llegamos al club y mientras los chicos pedían en la barra las bebidas, mi amiga y yo nos sentamos en los sillones que habían vacíos, ya que el club estaba lleno de gente. Robert se sentó al lado de Cati y Bryan a mi lado pasando su brazo por mi espalda. Estuvimos hablando y bebiendo mirando hacia la pista viendo como cada persona bailaba de distinta forma divirtiéndose. — No me lo puedo creer — escuche a Cati — ¿Qué pasa? — pregunté — Mira quiénes vienen hacia nosotras — contestó Gire la cabeza hacia el sitio contrario de donde estaba mirando, viendo como se acercaban a nosotros Dory y Kevin, — Hola dejarnos sitio para sentarnos — dijo Dory sentándose a mi lado — Hermana qué hacéis aquí, ¿nos estáis vigilando? ¿no estabais en casa de Alice? — preguntó Cati — Sí, pero me ha apetecido venir al club a bailar — contestó Dory mirándome — ¿Te apetece bailar Alice? — me preguntó Bryan Nos levantamos para irnos a la pista, sintiendo el roce de la mano de Kevin en mi mano cuando pasamos por donde estaba sentado haciendo que mi cuerpo y todo mi ser vibraba con su toque. En la pista de baile sonaba una lenta, asi que Bryan rodeo mi cintura con sus brazos y yo rodee su cuello con mis brazos. Bryan era guapisimo, era alto, abdomen duro como pude comprobar mientras bailabamos, ojazos rasgados y verdes como esmeraldas, el pelo era de color negro y un perfil de cara que podia haber enamorado a cualquier mujer. — ¿Has pensado ya en ser mi novia? me tienes loco ¿lo sabías? desde que te vi la primera vez en la empresa de tu padre, no puedo dejar de pensar en ti — me dijo — Ya te dije esta mañana que nos conocemos muy poco, dejémoslo así vale, amigos y luego ya veremos ya que tu también me gustas mucho — respondí Bailando tan pegados nuestros cuerpos, enseguida noté su duro miembro en mi vientre mientras su boca se comía mi boca en un verdadero beso lleno de pasión haciéndome sentir que estábamos los dos solos y que no existía nadie en la sala nada más que nosotros, nos separamos cuando nos falto el oxígeno y la música era demasiado movidita. Volvimos a nuestros asientos, pero antes de sentarme Dory me cogió la mano, levantándose ella. — Me quieres por favor acompañar al cuarto de baño, es que no me gusta ir sola — me dijo gritando por que la música no dejaba escuchar — Me dejas tocarte la barriga, me hace mucha ilusión — me dijo cuando entramos en el baño — Dory aún no se nota, y el bebé no se mueve todavía — contesté dándome lastima la cara de puchero que me puso Le deje tocarme el vientre viendo la sonrisa tan bonita que tenía su cara, pero yo me sentía sucia por estar engañando, ya que cuando mi hijo fuera a nacer estaría muy lejos de Kansas y nadie sabía ya nada ni de mi ni de mi bebé porque ni siquiera se lo diría a su padre que era Kevin . ..