Capítulo 356 Me temo que no tienes esa suerte
Poco a poco, la expresión facial de Israel cambió.
El espacio abierto en la naturaleza era demasiado amplio, y la última palabra que Felipe pronunció siguió haciendo eco en el aire. No obstante, los guardaespaldas y sicarios en la escena eran muy profesionales, y no hubo ni un cambio en sus semblantes.
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