Capítulo 59 Partirle la boca
—De acuerdo, dejaré de molestaros. —Reinaldo se levantó de repente, haciendo algo de ruido al echar su silla para atrás. Mirando sonriente a Chiara, dijo—: Eres bienvenida de divertirte en mi casa cuando tengas tiempo, Chiara. Haré que alguien organice la boda. Si hay cualquier cosa, puedes ponerte directamente en contacto conmigo.
Chiara tenía mucho que decir, pero en ese momento no pudo pronunciar palabra. Observó a Reinaldo mientras se iba, dejando a ella y a Israel intercambiando miradas impotentes.
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