Chiara no paraba de decirle a Israel que no se preocupara porque pensaba que el hombre no quería molestarla. Solo escuchó la furia en su voz cuando empujó el columpio unas pocas de veces.
—Chiara, para —siseó.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread