Capítulo 28 El hombre de ensueño de todas

Las palabras de aquella persona sirvieron como recordatorio para Yohanna. «Eso es cierto. Israel siempre ha sido de los que hacen lo que les da la gana. Aunque parezca respetar los órdenes del abuelo, al final acaba haciendo lo que quiere, así que solo debo asegurarme de que él no cambie de opinión acerca de la boda». Esa noche, Israel y Moisés se quedaron en la casa solariega de los Peña. Israel pensaba que su abuelo tendría algo que decirle, pero cuando el hombre mayor recibió una llamada, rápidamente hizo gestos a sus doncellas para que preparasen las habitaciones de invitados antes de ir a su estudio y encerrarse ahí.