"¡Oh, ¿por qué tanta prisa? ¿Estás preocupada de que pueda hacerte algo?" Francisco cruzó las piernas con indiferencia. "Soy un caballero. No te haré daño a menos que me lo pidas."
Raquella empezaba a tener dolor de cabeza. "No. Simplemente creo que es de mala educación que irrumpas en la casa de una dama sin avisar. Eres un desconocido."
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread