Capítulo 463 Quiero una hija
Después de que Elsa tomara la medicina, el rubor en su rostro gradualmente desapareció, y pronto se quedó dormida en la sala. Camilo se quedó afuera de la puerta, y a medida que el cielo se oscurecía y se hacía tarde en la noche, su asistente le aconsejó que volviera a dormir. Sin embargo, él pensó por un momento y decidió quedarse. Si Elsa se despertaba y no lo veía, probablemente se pondría molesta. Con esto en mente, Camilo le pidió a su asistente que se fuera primero, y él se quedó a su lado, observando su rostro pacífico mientras dormía y sintiendo una satisfacción indescriptible en su corazón. No sabía cuándo se quedó dormido, pero cuando se despertó, tenía una chaqueta de niña extra puesta. Camilo abrió los ojos y vio a Elsa mirándolo con una sonrisa traviesa en los labios.
"¿Qué estás mirando?" Camilo se quedó atónito por un momento, sorprendido de que se hubiera despertado tan temprano y hasta le hubiera dado una chaqueta.
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