Capítulo 75 Drogado

—Camilo, Ofelia solo vino por deber filial. Después de todo, los años que pasé cuidándola cuando era pequeña no fueron en vano. —Magali fulminó a su hijo con la mirada antes de tomar la mano de Ofelia y acariciarla—. Mira lo amable que es. Ahora no solo es obediente, sino también sensata y educada. ¿Por qué no reconsideras salir con ella? —Señora Uribe, ¿de qué habla? —Ofelia se sonrojó con timidez al mismo tiempo que le daba un ligero empujón a Magali.