Capítulo 511 No hagas daño
La lluvia caía intensamente, creando numerosos charcos en el suelo. Arturo se agachó y levantó la barbilla de Camilo. Las gotas de lluvia recorrían la mejilla de Camilo, empapando su camisa. "Mira cómo estás, Camilo. Te ves tan lamentable que incluso yo empiezo a sentir lástima por ti." Aunque sus palabras y acciones no coincidían en absoluto mientras apretaba su agarre.
"¿Qué quieres? Dilo de una vez." Camilo se liberó de su agarre y miró a Arturo sin miedo.
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