Capítulo 132 Un contraataque genial

Muchos empleados de la empresa conocían a Elsa, y recordaban a grandes rasgos que hubo un hombre que apareció de la nada diciendo que Elsa era su esposa. Al final, solo hizo el ridículo, pero esa vez... viendo lo desesperada que lloraba aquella mujer, pensaron que podía ser cierto. Todos los compañeros tenían una actitud expectante, pero solo Elsa se quedó sola, no muy lejos de ellos, con un rostro tranquilo, como si no le molestara en absoluto.