Capítulo 41 No luches

Ethan sintió el placer que le causó su corrida como un volcán derramando su furia sobre la tierra. Era un alivio momentáneo que le dejaba con ganas de más, por lo que no dudo en hacer que ella se levantará. Pese a su reciente clímax, Ethan seguía con su polla igual de dura, y seguiría de esa forma. Erguida por mucho tiempo, ya que el deseo por su hermana todavía seguía latente, al igual que su deseo por poseerla. Él podría también darle un buen sexo oral, pero no sería suficiente, deseaba enterrarse en ella y la única opción que veía posible era tomándola por ese bello trasero que tenía.