Capítulo 39 Calmando sus tormentas

Ethan se marchó del restaurante, se encontraba no solamente furioso. También se sentía herido. En alguna parte de su cerebro la voz de su conciencia le decía que era lo correcto, que no debía de enfadarse, su corazón le dolía, ni siquiera estaba enojado con ella o con sus palabras, sino con él mismo por desearla de la manera que la deseaba, por no poder parar eso que sentía por ella. Fue llegar afuera del restaurante, ordenarle a su chófer que le diera las llaves y ver a los guardaespaldas que siempre iban detrás de él que se regresarán a la compañía y ahí se quedarán.