Capítulo 321 No quiero dormir en el sótano
Mackenzie se dio cuenta de que Noah volvía a sentirse mal. Suspiró y pensó: «Mamá tiene razón. Los hombres son tan difíciles de complacer».
―Señor Noah, su cuerpo no puede permitirse más daños. Ya se le han formado ampollas en varias partes, sobre todo en el brazo derecho. Si vuelve a forzarlo demasiado, tendrá efectos permanentes ―dijo el médico después de tratar sus heridas. Estaba muy preocupado.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread