Los dos se miraron durante un rato. Madeline vio que Noah no decía nada, así que siguió caminando mientras se sentía algo molesta. Sólo fue capaz de dar unos pasos antes de que él la arrastrara en un abrazo y la besara a la fuerza.
Fue un beso agresivo porque Noah ni siquiera intentó disimular su afán posesivo. Era como si quisiera aplastarla en su abrazo mientras la besaba. Ella no podía recuperar el aliento y tampoco podía apartarlo. No tuvo más remedio que morderle la lengua.
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