Capítulo 905 Por supuesto que él amará a nuestra hija
Suspirando, Nan Cheng se dispuso a marcharse con Jiang Mohan. Ling Wei no podía aceptarlo. Amaba a Jiang Mohan con todo su corazón, ¿y esto era lo que recibía a cambio? No, ¡se negaba a aceptar su destino!
—Jiang Mohan, ¿no te gusto en absoluto? ¿Ni siquiera un poco? Moriría de buena gana si supiera que te gusto lo más mínimo. —Jiang Mohan se detuvo en seco. Girando un poco la cabeza para mirarla, dijo con firmeza:
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