Capítulo 13 Ella conoce el idioma del país A
Lin Xinyan se puso rígida, pues no esperaba que He Ruize la abrazara tan de repente; luego, se puso de pie con dificultad, volviendo en sí. Desde el punto de vista de Zong Jinghao, hubo un poco de coqueteo por lo que no pudo evitar fruncir el ceño.
—¿Quién lo diría? De verdad tiene novio —dijo Bai Zhuwei sin querer. Zong Jinghao estaba molesto sin razón aparente, pisando el acelerador para apresurar su ida; ella frunció los labios y preguntó—: ¿Estás loco?
Zong Jinghao hizo una mueca.
—¿Por qué lo estaría?
Estaba embarazada, así que necesitaba un hombre. Pero saber que lo tenía era diferente a verla con ese hombre ante sus propios ojos, por lo que se sentía molesto sin explicación alguna. Pronto, detuvo el auto en la casa de Bai Zhuwei, quien no se bajó de inmediato, sino que miró a Zong Jinghao.
—¿Quieres entrar? —le dijo y, temiendo que se negara, se apresuró a añadir—: Hao, preparé tu comida favorita...
—Zhuwei. —interrumpió Zong Jinghao, sintiéndose un poco confundido, aunque tampoco sabía qué le pasaba; entonces, él extendió su mano para acomodar su cabello—. Hoy no. Deberías dormir temprano.
—Pero... —Bai Zhuwei no terminó su frase al final, y obedientemente salió del auto—. Maneja con cuidado.
Zong Jinghao respondió con una dócil señal de aceptación y se fue, conduciendo casi todo el camino a toda velocidad. Lin Xinyan no había regresado cuando llegó a su casa. Mientras se desabrochaba la camisa, preguntó:
—¿A qué hora se fue?
—Al mediodía —dijo la señora Yu mientras le quitaba el abrigo—. ¿Quiere cenar ahora?
—Quizá más tarde. —En ese momento no tenía hambre.
Solo se desabrochó dos botones de la camisa. No estaba ajustada, pero se sentía hinchado y esa extraña sensación lo hizo sentir muy incómodo. Tras abrir la puerta de su estudio, la nota adhesiva que Lin Xinyan le había dejado seguía sobre el escritorio. La recogió y se burló.
—Primero, haces un alboroto y después sales con otro hombre. ¡Bien hecho, Lin Xinyan! —Arrugó con su mano la nota adhesiva convirtiéndola en una bola.
Lin Xinyan tomó un taxi de regreso. He Ruize quería llevarla a casa, pero ella no quería que él supiera sobre su relación con Zong Jinghao, así que se negó. La señora Yu era la única que se encontraba en casa y Lin Xinyan pensó que Zong no había llegado aún, así que se sintió muy relajada.
—¿Por qué estás tan feliz? —preguntó la señora Yu al ver su buen humor.
En realidad no pasaba nada, así que Lin Xinyan sonrió.
—Solo me siento más libre cuando él no está aquí.
La señora Yu se quedó sin palabras.
—¿Estás diciendo que soy un estorbo? —Su esbelta figura se apoyó de manera perezosa en la puerta del estudio, con un aspecto despreocupado, pero sarcástico.
«Esa voz...»
Lin Xinyan se giró con rigidez, y vio al hombre de mirada sombría apoyado en la puerta. «¿Por qué está en casa?» Al no verlo cuando llegó, Lin Xinyan pensó que no estaba en casa, así que no cuidó sus palabras antes de hablar.
—Yo... —Lin Xinyan estaba a punto de explicarle cuando Zong Jinghao pasó junto a ella en dirección al comedor y le pidió a la señora Yu que les sirviera la cena.
Sentada en la mesa del comedor, Lin Xinyan intentó explicarle varias veces, pero nunca encontró las palabras para hacerlo. Zong Jinghao nunca la volteó a ver y no habló hasta que terminó su comida.
—Ven conmigo —dijo.
Lin Xinyan lo siguió al estudio tras dejar sus palillos. Zong Jinghao se sentó en el escritorio y colocó los documentos que ella tradujo antes de mirarla de forma sombría.
—¿Conoces el idioma del país A?
Lin Xinyan asintió con la cabeza, lo que hizo que Zong Jinghao sintiera curiosidad.
—¿Por qué lo aprendiste? No es muy utilizado en la escena internacional.
La mención del lugar en el que pasó ocho años de su vida hizo que su corazón se estremeciera; sin embargo, nadie podía entender ese dolor, solo ella sabía lo vergonzoso e insoportable que fue ese periodo de tiempo y no quería demostrárselo a los demás. Forzando una sonrisa de apariencia relajada, le respondió:
—Solo lo aprendí porque me gusta.
Zong Jinghao frunció el entrecejo. La emoción que ella ocultaba tan bien y la tristeza que desaparecía con rapidez de sus ojos no eran invisibles a los ojos de él. «¿Qué oculta exactamente?»
—Ven aquí —dijo con voz profunda.
Lin Xinyan se mostró reticente. No entendía a ese hombre, sin embargo ahora tenía que tratar con él, así que se acercó con pasos ligeros. Zong Jinghao puso un documento frente a ella.
—Ya que conoces el idioma, traduce este documento para mí.
Al mirar hacia abajo, Lin Xinyan notó las palabras «Grupo Wanyue» impresas en la esquina superior derecha del documento. Ella había estado ocupada con la traducción de los documentos la noche anterior y no se dio cuenta de la marca en la esquina superior derecha del documento. No pudo evitar levantar la cabeza.
—¿No contrataste un traductor?
Zong Jinghao levantó un poco las cejas.
—Tuve una entrevista en tu empresa para el puesto de traductor —dijo ella en voz baja mientras agarraba el documento—. Al principio estaban bastante satisfechos con mi trabajo; sin embargo, después dijeron que no era apta para el puesto. No sé por qué.
—¿Es eso cierto?
Cada palabra y expresión de su rostro dejaba a la gente pensando sobre el indescifrable significado de la misma. Lin Xinyan asintió, pues no había necesidad de mentir.
—Puedo ayudarte con la traducción de este documento, pero... —No es que Lin Xinyan fuera codiciosa y quisiera obtener algún beneficio, pero en este momento no tenía nada, así que su única opción era ser altiva.
—Si quieres hablar de los terrenos de Repulse Bay, no aceptaré —le advirtió Zong Jinghao antes que pudiera hablar, en tanto la veía con calma—. Los Lin no son capaces de adquirirlos.
La verdad era que Lin Xinyan quería hablar sobre eso desde antes, pero en definitiva no para dárselo a Lin Guoan. Ella quería que se los diera para utilizarlos como moneda de cambio para hacer un trato con Lin Guoan. Ahora era obvio que se negaría. Obvio, era imposible conseguir la tierra a cambio de la traducción de unos documentos.
—Entonces dame dinero.
Ya que por el momento no podía recuperar la dote de su madre, empezaría haciendo algo de dinero para su madre y después para su bebé en el futuro. Necesitaba ganar mucho dinero para ellos. Lin Xinyan hojeó el documento de más de veinte páginas.
—Cien por página. No te cobraré de más.
Zong Jinghao se quedó sin palabras.
«¿Tan poco dinero tienen los Lin? ¿Por qué el comportamiento de esta mujer es cada vez más misterioso?»
Zong Jinghao no dijo nada, por lo que Lin Xinyan pensó que no estaba de acuerdo.
—En realidad no es caro. Si crees que es demasiado caro, ¿qué tal si... disminuyo un poco el precio?
—No. Te daré lo que has pedido.
—De acuerdo —Lin Xinyan recogió el documento y se levantó del escritorio—. No puedo terminar esto ahora. Lo llevaré a mi habitación y te lo enviaré cuando termine de traducirlo.
—Espera un momento.
—¿Sí?
Lin Xinyan lo miró confundida.
Su mirada era pesada, parecía una advertencia.
—Necesito que entiendas una cosa.