Él solo tenía una toalla blanca envuelta alrededor de la parte inferior de su cuerpo. Ella podía ver sin obstáculos sus firmes músculos. Las gotas de agua se deslizaban sobre las curvas de su abdomen y sus caderas. Aquella imagen acompañada por su rostro fresco y atractivo, exudaba con éxito una fuerte aura hormonal.
Lin Xinyan tragó saliva sin darse cuenta y giró la cabeza hacia un lado para preguntarle.
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