Capítulo 267 Alguien la agarró de la muñeca
Había un mar de gente en ese lugar, pero por suerte la entrada no era la misma que la salida, porque de lo contrario, la puerta habría estado bloqueada por tantas personas.
El conductor le siguió el paso, teniendo que algo le pasara; al fin y al cabo él era su conductor y también su guardaespaldas, por lo que su trabajo era asegurarse de su seguridad. De otro modo, no sabría cómo explicar qué le había pasado si regresaba sin ella.
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