Capítulo 7 Seis
La ambulancia llegó en minutos.
Cuando los paramédicos llegaron, apenas lograba saber que habían sido minutos y no horas, había sentido una eternidad con cada segundo que transcurrió. Ese hombre herido podía morir y mis huellas dactilares estaban en su cabello, porque fue imposible no acariciar su cabello en busca de hacerle despertar.
"Rápido" el líder del escuadrón quitó al hombre que estaba sobre mí y le rasgaron por completo la camisa dándole los primeros auxilios. "Monitores de la presión arterial"
Los médicos de la área en emergencia fueron tan eficientes.
"Subirle en la camilla" ordenó guiando al grupo. Limpié aquel líquido, que seguía descendiendo por las esquinas del rabillo de mis ojos. "Rápido, necesita una radiografía e investigar cuántos daños han sufrido los órganos"
Una enfermera me ayudó a levantarme.
Logré divisar como le llevaban en la camilla hacia la ambulancia estacionada frente a la residencia, un grupo de tres hombres le llevaban cargando, respiré por la boca siendo incapaz de tranquilar mi respiración.
"Su esposo no morirá" en ese momento sentí un alivio, sin tener idea de cuánto había acertado y precedido esa mujer enfermera en sus palabras. "Le ayudaré, venga conmigo"
Le seguí.
Terminé viajando en la parte trasera de la ambulancia.
Fui testigo clave de las dos veces que le hicieron mantener sus signos apenas estables, sentí que estaba viendo una terrorífica escena, ese equipo de médicos de emergencia batallaron ingeniando como mantener con vida al hombre herido.
El desfibrilador fue usado un total de dos veces.
"Rápido" golpeó un enfermero hacia la cabina, indicándole al conductor que debía pedir vía y llegar más aprisa al hospital lo más rápido posible, el paciente iba pereciendo."El paciente no resistirá más "
Ese hombre herido estaba conectado con un tuvo de oxígeno, habían abierto una herida en su cuello metiendo un tuvo, habían intervenido porque sus pulmones parecían no lograr llevar suficiente oxígeno al cuerpo, vi como le abrieron arriesgándose en una encrucijada por rescatarlo.
El carmesí estaban en los guantes y sobre la camisa de ese hombre.
"¿Por qué tarda tanto?" se quejó otro enfermero ante la frustración de no llegar al hospital.
"El paciente es la prioridad" rugió el líder hacia sus compañeros, los monitores seguían indicando lo difícil que era para ese hombre desconocido, realmente pudo morirse antes."Sigue bajando su ritmo cardíaco "
"¿Qué?" el enfermero que había golpeado con su puño la cabina de la ambulancia, se volvió hacia el monitor comprobando.
Escuchaba tan claro aquella bocina de la ambulancia seguía sonando. Los autos parecían no moverse por un accidente automovilístico en la carretera.
Los médicos de emergencia, parecían angustiados ante lo terrible que parecía ser el desenlace de ese hombre herido.
Tardaron alrededor de media hora en llegar.
"Rápido al quirófano"
"Tiene varios daño interno" informó el líder del equipo en la ambulancia.
Apenas logré entender que se había detenido la ambulancia, que estábamos en la zona del estacionamiento, un médico de cabecera en el área de emergencia había llegado.
Indicó al grupo de emergencia que debían llevarlo al quirófano.
Caminé temblando sobre la ambulancia, iba en la parte del fondo. En mi recorrido descubrí que había demasiada sangre en la ambulancia, no sabía que debía hacer ese lugar.
"Señora, no se mueva" un enfermero me detuvo al intentar salir de la ambulancia. "Siente mareos"
Negué.
"Tiene que ir hacer un chequeo"
Abrió uno de mis ojos alumbrando con una linterna pequeña, sentía que estaba suspendida de la realidad, parecía una burla y eso una pesadilla.
"Siga la luz"
Hice tal cual me indicó.
Ayudó limpiando los restos de sangre en mi mandíbula, descubriendo que esos rastros de sangre no me pertenecían.
"Tiene que hacer una revisión" ordenó el enfermero.
Apenas podía entender que ese lugar no era en el que debía estar, ni siquiera era su pariente, debí enloquecer al querer saltar los límites de esa barrera y entrar en aquella casa.
Fui llevada por el enfermero hasta emergencia, realizaron una cantidad excesiva de chequeos médicos, no me resistí. Seguí cada orden que indicaron los médicos.
"Su esposo estará bien"
No sabía por qué lo repetían una y otra vez. Ese hombre que apenas podía moverse no era mi esposo, asintiendo vagamente desvié la mirada por un extenso pasillo.
"Pronto saldrá del quirófano" la enfermera que me estaba ayudando a vestir seguía dándome palabras de consuelo."Debes estar un poco aturdida"
No respondí.
Conocía esa casa, solía pasarme por la carretera que quedaba justo al frente de la enorme casa en la zona 'WIN' de la avenida 63 en la ciudad, no habían quien no conociese ese lugar.
Sabía que fue una terrible idea.
Sentada en la sala de espera apreté los puños, ese momento la angustia en mi pecho me mantenía atada en el asiento, siendo incapaz de irme. Tiré el aire de mis pulmones en un largo suspiro que atrajo ciertas miradas.
"Joven" de un salto en mi lugar al sentir una maní en mi hombro, no había vuelta atrás, un oficial de policía estaba frente a mí. "Debe acompañarnos"
"¿Ah?"
Me desentendí.
"Tenemos unas preguntas para usted" indicó el oficial. Debí enloquecer al momento que mis pies le siguieron tan colaborativos.
Ese fue el indició de un mal augurio.
Viendo aquella cicatriz apenas visible en su cuello me hizo pensar que debió pasarla mal en el quirófano, debió ser triste despertar y no encontrar un rostro conocido.
"Listo" Gael sonrió con una enorme sonrisa en sus labios, ese hombre era imposible de no amar, su belleza tan única hacía latir con fuerza mi corazón. "Todavía es doloroso"
Aquella fría mirada había sido borrada.
Un astibo de culpa deslumbró por sus ojos en un instante, mismo que fue reemplazado por una cara inexpresiva.
"Ve a mostrar tus horribles lágrimas en otro lugar" espetó ante mi rotundo silencio.
Cerré mis ojos.
Un par de lágrimas cayeron, los volví abrir, sonreí ladinamente y viéndole en cuclillas frente a mí, sin pensarlo mucho di un empujón con mi pie en su pecho.
"Nadie pide tu asquerosa amabilidad" respondí, él cayó sentado en el piso.
"¡Oh!" fingió asombro."Se te da bien el teatro, has pensado ser una actriz " su voz llena de sorna, hizo que alzará el mentón.
"Quieres ser corregido"
"Una universitaria quiere corregirme" él se dejó caer por completo en el piso, extendido frente a la cama, una risa llegó hasta mis oído tan melódicamente. "Es imposible"
"¿Parezco un chiste?" frunciendo mi entrecejo clavé mis ojos en aquel hombre empresario. "Señor"
"¿Eh?" Gael notó mi sarcasmo, su risa se detuvo y por un instante me odié, él se sentó en el piso nuevamente. "No puedes ser un poco más generosa, he sido amable..."
"¿Y debo recompensarte?" rodé mis ojos.
"Lo harás"
Gael lucía interesado.
"Pienso que hay algo mal en tu cabeza" corté de golpe cualquier sandez que saliera de su boca, Gael sonrió mientras se levantaba del piso.
"Puede que sea la culpa" habló entre dientes, habría creído que lo imaginé sino fuese por el silencio abrumador, apenas nuestras voces se escuchaban en la enorme residencia.
"Ahora debo llevar unos cortes en los muslos" me quejé. "También quieres un reconocimiento por eso" le encaré sin apartar mis ojos de los suyos.
Él era un hombre tan atractivo.
Gael sonrió.