Capítulo 4 Tres
Eran una buena pareja de baile.
Claro, lo que todos veían era la increíble pareja en la pista de baile.
Alisha y ese desconocido bailaban muy bien.
Alisha era la única que sabía lo que realmente está ocurriendo.
"Puedes luchar lo quieres. Nunca serás tan feliz" ese sujeto se rió abiertamente en su cara, de sus desgracias. "Williams no es alguien que busca tan vagamente, qué podrías tener tú para hacerle ver oro"
"Quieres cerrar la boca"
"No estás dispuesta escuchar, EH" el agarre en su cintura se hizo más fuerte, él le hizo girar y dejar caer su cabeza hacia atrás. "Simplemente eres un anzuelo" "Acaso quieres ser el gran pez que todos comerán. No eres alguien digno."
Las burlas estaban palpables en cada palabras.
Alisha se veía a su oído.
"Me importa poco tu opinión" declaró con una sonrisa en sus labios. No quería escuchar sus palabrerías.
Él rió.
"Bien, pueda que hoy estés así. Espera el mañana" él alzó una ceja viéndole de una manera que ella no pudo distinguir. "Acaso has visto su sonrisa de felicidad"
Quería saber quién era ese sujeto para hacer pagar por sus palabras tan atrevidas, ella mostró su mejor expresión mientras continúa la música.
"No hay nada en el mañana"
"¿No lo hay?" el hombre preguntó con fingida inocencia, volvió a soltar una risa llena de maliciosa expresión. "Tú no eres una persona digna de Williams"
Bien, decirlo directamente era muy doloroso.
"Acaso no es mi esposo"
"Claro, debes decirlo por aquella fotografía en la habitación de Williams"
"Hablas tan apresuradamente" Alisha giró en los brazos del hombre, sonriendo mientras le vía fijamente a los ojos."Es esa mujer tan importante para mi ESPOSO" ella resaltó su última palabra antes que la música terminase.
"Bien, esperemos en el mañana"
"No hay nada"
"Gracias por el baile"
Ese desconocido se despidió cortésmente de Alisha antes que Gael volviera.
Gael Williams se acercó colocando sus manos sobre las mejillas ajenas, viéndole como si miel desprendiera de sus ojos. Todo eso era falso, ellos son una pareja ficticia.
"¿Cuándo has conocido a Spencer?" al escuchar esa pregunta se desconcertó un poco al no conocer a nadie que se llamase de esa manera, y solo entonces Alisha supo el nombre de aquel desconocido.
"No le conozco..."
"Intentas negarlo" él alzó una ceja. Gael mostró una sonrisa de encías, no le gustaban las mentiras. "Piensa cuidadosamente"
"No lo hago en absoluto"
"Haz bailado con alguien que no conoces" Gael parecía alguien fácil de tratar, en realidad, era un zorro astuto del que debía tenerse cuidado. "¿Es divertido, provocarme?"
"Yo"
"Será mejor que lo olvides" él soltó el contacto con aquella cálida piel, acercándose lo suficiente hasta su oído. "Durante nuestro matrimonio, no puedes ligar con hombre, ya que es una de las condiciones del contrato" le advirtió en voz baja.
Al retirarse una reluciente sonrisa adornaba el rostro del esposo, todo eso era falso.
Alisha pensó en las palabras maliciosas de Spencer. No eres digna de Williams, qué podrías tener tú. Resaltar las inseguridades crea un impacto potente. Esas palabras saltaron como un eco implacable en su cabeza. Ella solo podía sonreír, pensando en el pasado de Gael junto a esa mujer, elegante y hermosa.
Gael debió considerar una belleza rara aquella persona de la fotografía, debió esperar mucho por encontrar esa persona, parecían felices tanto que captaron ese recuerdo de estar subidos en una góndola, ambos estaban riéndose, ellos debieron hacer muchas promesas juntos, viajar a lugares lujosos, yendo sin miedo ante una sociedad que les vería como una pareja celestial.
Reprimió la depresión en su interior. Dispersó sus pensamiento parpadeando repetidas veces. Sin percatarse del semblante triste que se dibujó en su rostro.
"Solo hemos bailado" Alisha le explicó, ignorando ese dolor que oprimía su pecho .
Sin embargo, Gael pensó que ella no se tomó en serio su advertencia así que le besó en la frente para recordárselo.
"¿Fingiendo estar triste planeas hacerme entender que te has enamorado de mí, un 'marido' al que solo has visto tres veces?"
Alisha negó suavemente con su cabeza.
"No me atrevo hacerlo, pero te he amado durante diez años" expresó honestamente.
Ella quiso iniciar su plan con anticipación para que Gael conociera su verdadera identidad, pero al ver su rostro frío, renunció a la idea.
El banquete terminó.
Alisha siguió a Gael hacia la entrada del edificio, su auto deportivo ya estaba aparcado esperando por su dueño, el hombre empresario tomó las llaves del empleado y abrió la puerta para su esposa. Mientras el auto del señor Williams se ponía en marcha, Alisha se colocó el cinturón de seguridad.
Alisha se marchó en el coche de Gael.
Ella observó accidentalmente por el espejo retrovisor a Spencer que se marchaba con una bella mujer.
"Si quieres llorar, debería bajarte en la próxima intersección"
Escuchar aquella voz repentina, le hizo fruncir su ceño.
"¿Quién desea llorar? Nadie está llorando"
Gael ladeó una sonrisa.
"Es por precaución, no quiero que dañes mi auto"
"¿Puede esta chatarra dañarse?" Alisha se mostró sorprendida tanto que se llevó una mano al pecho.
Gael rió levemente. Una sonrisa se dibujó en sus labios antes que se percatara de lo que hacía y se borrarse de golpe. Él sentía raro cada vez que han hablado.
"¿Qué?" ella se giró con repentino interés. Alisha extraña esa sonrisa, extrañaba esa risa. Ella quería lanzarse hacia los brazos ajenos y darle un fuerte abrazo.
"Nada"
Williams se aclaró la voz.
"Acaso no puedes dejar de ser un aburrido" ella ladeó su mirada hacia la ventana. "Cinco minutos no van a matarte"
"¿Quieres hablar de responsabilidad? Un estudiante universitario puede hacer eso." Gael escondió una sonrisa, esa chica podía ser una caja de sorpresas.
"Pueden hablar de muchas cosas" ella puchereó cruzándose de brazos a nivel del pecho. Desvió su mirada hacia la ventana, esas calles no eran conocidas, al menos le daban una buena vista."Estamos yendo a casa"
"Quiero dormir"
Gael giró en un cruce siguiendo la trayectoria hacia la enorme casa en las afueras de la cuidad.