Capítulo 15
Helena estaba consternada por lo que le había dicho su madre por teléfono, no podía creer que Ana siguiera aferrándose a un tipo que lo único que quería era jugar con sus sentimientos, le dolía imaginar que su hermana pudiera salir mucho más lastimada en el futuro si seguía tras un hombre que jamás dejaría a su esposa ni la posición con la que contaba para casarse con ella y formar una familia como debía ser, lo más triste es que Ana no era la única culpable, sino también su madre, quien se había empeñado en solapar aquella relación mal sana con tal de lograr sus oscuros propósitos, deseaba con toda el alma seguir teniendo acceso a una buena posición económica y pertenecer a la familia de los Baker sin duda era garantía de un futuro sin privaciones. Tristemente, no le importaba sacrificar a su hija menor, a la que decía amar con todo su ser con tal de tener todos los lujos, y lo peor era que Ana estaba dispuesta a complacerla, pues siempre había sido una niña bastante caprichosa acostumbrada a hacer su santa voluntad en todo momento, y ahora Billy se le había convertido en una obsesión y Helena estaba segura de que no pensaba dejarlo. NO podía dejar de pensar en su padre, en lo mucho que se esforzó por darles todo lo necesario para que ellas pudieran salir adelante, lo cual no fue suficiente porque su madre siempre le exigía aún más, las presiones y el maltrato que Clarisa le daba fue uno de los detonantes para que sus últimos días se convirtieron en un verdadero infierno. No obstante, su madre y su hermana eran las únicas personas cercanas que le quedaban y sentía el deber moral de ayudarlas y procurar su bienestar, aunque eso no fuera para nada valorado, por el contrario, siempre la veían como la oveja negra, y como una molestia constante a pesar de qué Helena era la que cargaba con todos sus gastos y se hacía responsable de todos los problemas en los que su madre y su hermana se metían. Maximilien no podía dejar de mirarla, sentía que Helena llevaba mucho peso sobre sus hombros y de de alguna manera también se sentía responsable por su hermano, al final de cuentas era quien estaba provocando todo aquello y necesitaba encontrar una forma definitiva de acabar con aquella absurda relación, sabía que Billy jamás se decidiría por ella, sólo la estaba utilizando y se estaba aprovechando de su ingenuidad e inmadurez para obtener lo que quería, y por otra parte también fastidiarlo, pues esa era la especialidad de su hermano, ya que al igual que Ana, eran los dolores de cabeza de sus respectivas familias. Decidió detener el coche para platicar un momento con Helena , necesitaba consolarla y hacerle saber que no estaba sola, que esta vez él se quedaría con ella y la apoyaría en todo lo que fuera necesario.
—¿Por qué te detienes?—Le preguntó ella.
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