Capítulo 52 Tan íntimo

Era una mañana temprana plateada, y Leah estaba trabajando en nuevos diseños en su habitación. Pero sus ojos seguían desviándose hacia afuera a través de la puerta de cristal de su balcón de vez en cuando, buscando al hombre que era la razón de su corazón inquieto. Suspiró, volviendo su enfoque a su trabajo. Todavía faltaban unos minutos para el amanecer, y él aún podría estar dormido. Pero Leah no había dormido en toda la noche. Estaba aterrada de que Stefano todavía estuviera enojado con ella y que no regresara. Que la dejara—como todos los demás por los que había sentido cariño. Todos la habían dejado, encontrándola inútil.