Capítulo 29 Pago extra

Esa noche, Stefano estaba de pie en la cocina, su mirada aguda fija en cada paso de la preparación de la cena. Cada plato destinado a Leah debía pasar primero por su aprobación. Los chefs trabajaban bajo una presión silenciosa, lanzando miradas cautelosas al imponente hombre que escrutaba cada ingrediente, cada movimiento. Clara observaba desde la puerta, sus uñas clavándose en las palmas de las manos mientras la frustración burbujeaba en su interior. Ese maldito guardaespaldas estaba interfiriendo de nuevo. Dio media vuelta y se dirigió hacia Richard justo cuando él entraba desde la oficina, con una expresión ya agria.