Capítulo 40 Cambio de plan

Leah no salió de su habitación. Ni siquiera había desayunado, y por más que Stefano intentaba, ella se negaba a hablar con él. Frustrado, envió a algunas criadas para llamarla, pero ella las rechazó, negándose a bajar. Stefano se sentía miserable como si fuera él quien estuviera muriendo de hambre porque Leah no comía. Ella ya lucía tan delicada, y después de pasar el día anterior sin comer, parecía estar ayunando de nuevo. Tan solo pensar en su hermoso rostro perdiendo su brillo y su cuerpo debilitándose hacía hervir su sangre. Cruzaría océanos si fuera necesario, solo para llevarla a la mesa del desayuno.