Capítulo 31 Sr guardaespaldas

Cuando sonó el teléfono de Leah, rápidamente cerró con llave su habitación antes de contestar. Eran sus mejores amigas. Sabía que a su familia no le gustaba que tuviera amigos, siempre le decían que no era normal, que era demasiado peligrosa para cualquiera, y que no debería acercarse a la gente. Pero Lila y Elise se negaban a dejarla o romper su amistad. Su vínculo se había formado de la manera más poco convencional e inesperada, pero lo valoraban profundamente.