Capítulo 50 Pesadilla que nunca termina
Despierto en completa oscuridad y silencio. Trato de moverme, pero no puedo hacerlo. Mi cuerpo está inmovilizado. No sé dónde estoy. Intento agudizar mis sentidos, pero nada llega a ellos. ¿Estaré dormida? Mi mente me responde que no. Comienzo a llamar a Jacking, a la nana, pero nadie responde. Solo silencio.
Intento tranquilizarme; no gano nada con desesperarme. Después de muchas horas de escuchar únicamente mis pensamientos, el sonido de una gota de agua comienza a resonar. Me alegro, por fin otro sonido. Primero me dedico a escuchar ese hermoso goteo, luego comienzo a visualizarlo. La sed se apodera de mí. Pido agua a gritos, pero nadie viene.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread