Capítulo 8 Pobre
Norman, era un hombre joven de 35 años de edad. Pero a pesar de su juventud, había logrado destacarse y sobresalir en la universidad convirtiéndose en un brillante financista que luego destacó en la Sociedad de Bolsa Tremaine, la compañía del padre de Steven...De hecho, ellos habían coincidido poco tiempo allí sin embargo se habían hecho grandes amigos.
Tenían muchas cosas en común, ambos eran jóvenes, venían de familias acomodadas y tenían futuros promisorios.
Steven no tenía muchos amigos de verdad, de esos en los que se podía confiar, pero consideraba a Norman Sandman un verdadero amigo.
Fue Norman el único que se atrevió a decirle que cometía un error al casarse con Megan, pero aún así lo apoyó y fue su padrino de bodas.
Norman también sabía lo que hizo en su despedida de solteros pero no lo iba a juzgar ni delatar jamás, pues era un gran consumidor de putas... de hecho solía decir que prefería mil veces pagar por sexo a tener una cita con una mujer. Que no tenía tiempo para hablar de trivialidades ni hacerlas sentir bien con ellas mismas. Solo quería que se la mamaran y desaparecieran...o que desaparecieran después de coger.
— Si se convirtieran en pizza o hamburguesa serían perfectas — le había dicho una vez, y Steven recordaba haberlo mirando raro...
Si Steven era un hijo de puta, su mejor amigo era...un tipo muy pero muy cínico.
A su favor se podía decir que jamás prometía algo que no pudiera cumplir, que era brutalmente honesto y muy directo.
Aparte no engañaba a nadie pues era soltero. Hasta donde Steven sabía nunca había tenido una novia formal y cuando había algún evento contrataba una acompañante si lo necesitaba.
— Siempre me dio una vibra lesbiana, y no me malentiendas, no tengo nada contra las lesbianas...pero lo que te hizo, y en medio de la campaña fue un golpe bajo...— dijo Norman tirado en el sillón y con la corbata floja, estaban en la oficina de este cerca de lo que había sido el Centro Financiero de California hacía muchos años y dónde actualmente Norman tenía sus propias oficinas pues se había independizado de Tremaine S.A.—. Aunque para serte sincero su traición no me sorprende, te lo dije entonces y reitero, es una niña mimada y egocéntrica...
Steven bufó, se había quitado el saco y se acercó con su vaso hacia la ventana. Liquidó lo que quedaba de un sorbo y replicó con sarcasmo.
— Es lo que podría decirse de cualquiera de nosotros, todos hemos sido niños mimados de nuestros padres y somos malditos ególatras pero CARAJO Norman... creí que lo que teníamos era real...yo...la quería a mi modo, y ella era tan perfecta...Todo se cagó cuando no fue suficiente para ella ocupar su tiempo haciendo caridad y quiso trabajar en esa maldita galería de arte donde conoció a esa...a esa...
— ¿A esa lesbiana???
— SÍ, MALDITA SEA...— siseó Steve.
Norman Sandman suspiró.
Al principio se había acercado a Steven por conveniencia, él apenas se había recibido y Steven quería dedicarse a la política pero era el hijo del dueño. Al final resultó que tenían carácteres muy similares y el tipo le terminó cayendo bien al punto de que se hicieron grandes amigos. Y Norman no tenía amigos salvo su hermano mellizo, Nathan.
Un adorable ginecólogo tal como su padre, Neil. Ambos trabajaban en la clínica de fertilidad de este, mientras su hermana menor, Nikita, se había dedicado al derecho.
Paola en cambio, su madre por adopción, como buena esposa de la alta sociedad dividía su tiempo trabajando en una ONG que habían fundado con su papá y también hacía caridad. Como lo hizo en el pasado la ¿ex? de Steven.
Norman negó con la cabeza.
— Si no la hubiera conocido allí, hubiera sido en otro lugar o a otra mujer... cuando se quedaba como un pescado muerto en la cama mientras te la cogías deberías haberte dado cuenta, estoy seguro de que mis putas se quedan más felices y satisfechas que tu mujer...o tu ex, luego que te la cogieras...— aseguró con autoconfianza. Norman, al igual que su hermano, era rubio de cabello dorado y unos llamativos ojos celestes muy claros. Aparte hacía mucho deporte y estaba bien formado. Había quiénes le decían que era la versión dorada de Patrick Bateman, el protagonista de Psicópata Americano encarnado por Christian Bale en el cine, solo que a diferencia de este, no mataba gente con motosierras para pasar el tiempo...aunque sí le gustaba el squash, y las putas por supuesto, y se ejercitaba mucho y era bastante obsesivo... sí, se parecía en casi todo al protagonista de esa novela excepto en el sadismo...o quizá ya que hablaban de lo artístico, él sublimaba su faceta perversa en los negocios, pero volviendo al tema...
Steven se había puesto rojo, de un rojo furioso. Y él sabía que no le había contado todo.
— Ya, largalo de una puta vez, ¿que te dijo la lesbiana? ¿que no la cogías bien???
El otro se acercó al minibar y se sirvió otra copa, podía ver qué estaba tenso en sus amplios hombros.
— A veces detesto que seas tan directo — gruñó.
— Pero realista...
— Ok, sí, me dijo eso ¿estás satisfecho? — gruñó Steve.
Norman se echó a reír
— Ayer fui al Paradise, me cogí una pelirroja toda la noche, luego me fui a mi casa y dormí como bebé, así que sí...estoy muy muy satisfecho...creo que a tí es al que le vendría bien una buena cogida...— le respondió sonriendo risueño.
Steven se sentó en el otro sofá. Mejor dicho, se dejó caer como una bolsa de papas.
— Tú todo lo solucionas cogiendo, deberías hacerte ver, no es normal...
— Anormal es querer satisfacer a una lesbiana con tu pene ...a ellas les gustan las vaginas...— apuntó Norman.
— JAJAJAJA QUÉ GRACIOSO...
— Sabes que estoy en lo cierto... — le dijo y alzó una de sus cejas doradas —...tú te empecinaste en que ese matrimonio muerto, igual que tu esposa cuando la tocabas en la cama, funcionara...
— ¿Y qué se suponía que hiciera??? SOY REPUBLICANO POR EL AMOR DE DIOS, ESTOY EN MEDIO DE UNA CAMPAÑA...¿ACASO PRETENDÍAS QUE ME DIVORCIARA?
— Touché...
— ¿Ahora entiendes???
— Vamos Steve, yo te entiendo, pero no podemos deshacer lo hecho...deberías haberla dejado ANTES de entrar a la política...
— PERO SI ME CASÉ CON ELLA PARA ENTRAR A LA POLÍTICA PRECISAMENTE — protestó Steve de modo elocuente.
— Fue una mala elección y te lo dije desde un principio, estabas comprando acciones de Enron...— señaló Norman.
— Sabes que no es lo mismo...Ella es rubia, hermosa, tiene un cuerpo perfecto, parecía genuinamente enamorada...no era una mala apuesta...— sopesó él político.
— Solo cumplía con el mandato familiar...— murmuró Norman.
— ¿Y PORQUÉ CARAJOS NO LO SIGUIÓ CUMPLIENDO, NO PODÍA TENER A ESA MUJER COMO AMANTE Y QUEDARSE EN SU MALDITO PAPEL???
— STEVEN — exclamó Norman horrorizado —. Está bien que seamos millonarios y la gente de nuestra clase no se case por amor, pero mira a tus padres, o a los míos...son felices...aparte, ¿pensabas seguir con ese pacto de fidelidad? ¿qué clase de vida es esa para un hombre de tu edad? Realmente en ocasiones no te entiendo... si no supiera que te gustan las mujeres creería que estás en el placard, pero sé que no se trata de eso...
— TENGO COSAS MÁS IMPORTANTES EN LAS QUE PENSAR QUE EL SEXO, ALGUNOS NO ESTAMOS 24 HORAS POR 7 DÍAS DE LA SEMANA COGIENDO — le respondió con sarcasmo y Norman se levantó y se sentó a su lado.
— Mírame Steven... apenas cumples 40, eres joven y tienes toda una vida por delante... Yo puedo entender que toda tu líbido esté enfocada en tu carrera política, pero se verdad me preocupas, no es saludable... deberías venir un día conmigo al Paradise...
— Lo último que necesito es que, después de este escándalo, los periodistas me encuentren en un puti club...— graznó Steve y Norman no pudo evitar reír.
— Eres un poco cándido a veces, incluso me haces dudar de tu experiencia con esa virgen...creo que todo es un cuento y que eso solo estuvo en tu imaginación...
— Piensa lo que quieras...Pero ese sí que fue el mejor polvo de mi vida — dijo mirando la nada con tristeza. Hacía mucho que no pensaba en ella...
— Basta, SE ACABÓ, no te puedo seguir viendo así, no te preocupes por la prensa, yo conozco una entrada secreta, pero debes venir...te hará bien distraerte... confía en mí...— dijo y palmeó su hombro —. Vamos amigo, pareces un pobre perro apaleado
en vez del mastín de caza que conocí...si es necesario te obligaré, pero debes venir...