Capítulo 7 Perro

La primera luz de la mañana se colaba tímidamente por las ventanas de la casa de Megan y Steven. Era una casa hermosa, con amplios espacios y una vista impresionante del lago que se extendía frente a ella. Megan entró por la puerta principal con cautela, tratando de no hacer ruido. La noche anterior había sido larga, y no quería despertar a su marido. Sin embargo, lo encontró durmiendo en el sofá de la sala de estar, aún vestido con su ropa formal de trabajo, con una expresión de preocupación en el rostro, incluso dormido se le notaba su ceño fruncido. Steven se despertó al escuchar los pasos de su hasta entonces mujer y la siguió con la mirada mientras ella caminaba por la casa, aparentemente ignorándolo por completo. Finalmente, no pudo contenerse más, se levantó para ir tras ella y le preguntó con un tono de voz ansioso: — ¿Dónde has estado, Megan? He estado tratando de llamarte toda la noche, ¡estaba preocupado! NO RESPONDÍAS EL PUTO TELÉFONO — espetó ya para ese momento, furioso. Megan siguió caminando hasta su amplia y hermosamente decorada habitación, sin realmente prestarle atención, y comenzó a sacar ropa de su vestidor y a guardarla en una maleta que había sacado de una de las gavetas. Steven se puso de pie y la siguió, aún confundido y alarmado. Parecía un perro mojado. —¿Puedes al menos decirme qué estás haciendo? ¿Has perdido la cabeza? ¿Vas a tirar todos estos años, así como así por la borda? — preguntó con desesperación. Ella continuó doblando su ropa sin mirarlo y finalmente respondió: — No he perdido la cabeza, Steven. Solo estoy haciendo lo que debí haber hecho hace mucho tiempo… Él frunció el ceño, visiblemente desconcertado. — ¿A qué te refieres? ¿Qué está pasando? ¿Por qué no respondías el teléfono? Y, ¿qué mierda es todo esto? — señalando las fotos que tenía en el bolsillo de su pantalón y había sacado. Se lo notaba exhausto, tenía ojeras bajo los ojos, y la camisa arrugada. Evidentemente su noche había sido muy pesada. En cambio, ella, parecía fresca como una lechuga recién cortada. Megan suspiró y finalmente lo miró con frialdad. — Esas fotos son de Loretta y mías. No tenía idea de que las habías recibido — ni cómo, aunque ya no le resultaba importante —... pero pensé que te habías dado cuenta ya de todo… así que no tienes que actuar de modo sorprendido — dijo y encogió sus hombros despreocupada. Steven parecía atónito por lo que escuchaba. — Pero... ¿cómo es posible? ¿Se puede saber qué mierda está pasando entre tú y Loretta? Pensé que eran buenas amigas desde la universidad…— dijo tratando de sonar coherente. Megan dejó de empacar su maleta y se enfrentó a él con determinación. — Steven, no ha pasado nada NUEVO entre Loretta y yo. Y eso NO es eso lo que importa aquí. Si no fuera ella sería otra mujer… Aquí lo único que importa es que hace mucho tiempo que soy infeliz, que esto no funciona…— dijo ella haciendo un gesto abarcando todo con sus manos en el aire. Hacía mucho que trataba de evitar ese enfrentamiento porque sabía que él iba a intentar persuadirla para que no lo dejase, y a pesar de todo lo quería, pero no solo eso… había una parte de ella, que aún le decía que lo correcto era quedarse junto a su marido, que no podía exponer a su renombrada familia a semejante escándalo o arruinar la carrera política de quien aún era su marido. Él parecía no poder creer lo que estaba escuchando. — ¿Qué es lo que no funciona? — gritó exasperado —. ¿Qué estás diciendo, Megan? Hemos estado juntos durante años. Te he sido fiel, te he amado...Nuestras familias han sido amigas de toda la vida, no puedes hacerme esto …—le dijo con su furia escalando, su rostro rojo pues intentaba no ponerse violento, ya que en el fondo estaba muy pero muy enojado. Megan soltó una risa sarcástica. — Oh, sí, has sido fiel, pero has estado más preocupado por preservar tu imagen para tu campaña política que por nuestro matrimonio. Seamos realistas, esto no ha funcionado durante años, para ninguno de los dos… Steven de repente parecía visiblemente conmovido. Y confundido. Casi perdido. — Pensé que éramos felices, que te hacía feliz en nuestra intimidad — murmuró estupefacto —. No entiendo qué te ha dado Loretta que yo no te pueda dar…— dijo aparentemente compungido… pues era verdad, él siempre había sido un amante generoso con ella, y un esposo fiel. Nunca la había engañado en años… La rubia lo miró con cinismo. — Abre los ojos, Steven. Apenas compartimos tiempo juntos y en cuanto a nuestra intimidad, he estado fingiendo durante años. Nunca he gozado contigo en la cama, SIEMPRE HE FINGIDO MIS PUTOS ORGASMOS…— le dijo y él se la quedó mirando helado, o como si le hubieran salido dos enormes cuernos demoníacos acaso —. Lo que Loretta me puede dar es tiempo de calidad, amor y satisfacción, cosas que posiblemente nunca haya encontrado contigo querido…— finalizó y volvió la atención a su ropa. Steven se quedó congelado en el lugar, de repente sin palabras, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. Megan terminó de empacar su maleta y se dirigió hacia la puerta sin mirar atrás mientras él la seguía como un estúpido cachorro mojado. Incluso no habían tenido perros dada la alergia de Megan y él siempre había querido un perro. No era justo, pensó Steven como un niño caprichoso. Pero antes de salir, ella se volvió hacia él y concluyó: — Lo nuestro fue más un compromiso social que otra cosa, Steven. Fue natural, lo correcto… Nuestras familias eran amigas. Pero ya no puedo más seguir viviendo esta farsa. Debes encontrar otra mujer que disfrute de jugar contigo a la casita y cumplir el rol de mujer abnegada, yo ya no puedo hacerlo más, lo siento… de verdad…— dijo ella y por primera vez lo observó con pena. Él que siempre parecía tan seguro de sí mismo, incluso soberbio, parecía perdido por primera vez en su vida, como un niño al que acababan de dejar sin su juguete preferido. Sin decir una palabra más, la joven mujer salió del que había sido hasta ese entonces su hogar matrimonial, dejando a Steven solo en medio de la enorme casa, completamente confundido, con la realidad quebrándose a su alrededor y, sobre todo, con una sola pregunta dando vuelta en su cabeza: ¿Cómo podía ser posible que Megan siempre hubiera fingido sus orgasmos?
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Índice
Capítulo 1 Prólogo Capítulo 2 Perra Capítulo 3 Buena Capítulo 4 Cachorra Capítulo 5 Merced Capítulo 6 Maldita Capítulo 7 Perro Capítulo 8 Pobre Capítulo 9 Rubia Capítulo 10 Celo Capítulo 11 Sos appCapítulo 12 Político appCapítulo 13 Nat appCapítulo 14 Club appCapítulo 15 Inesperado appCapítulo 16 Bastardo appCapítulo 17 Sin tregua appCapítulo 18 Comida appCapítulo 19 Dilema appCapítulo 20 Karma appCapítulo 21 Esperanza appCapítulo 22 Luz appCapítulo 23 Contrato appCapítulo 24 Nikita appCapítulo 25 Clausulas appCapítulo 26 Punto appCapítulo 27 Bastardo appCapítulo 28 Carajo appCapítulo 29 Sorpresa appCapítulo 30 Más appCapítulo 31 A miles de kilómetros de ahí appCapítulo 32 Extraño appCapítulo 33 La curiosidad appCapítulo 34 Ese hombre appCapítulo 35 Profundo appCapítulo 36 Con sasha appCapítulo 37 Ni por un solo instante appCapítulo 38 Político appCapítulo 39 Mamá appCapítulo 40 Juntos appCapítulo 41 De odioy amor appCapítulo 42 Pancakes appCapítulo 43 Refrigerador appCapítulo 44 Héroe appCapítulo 45 Por el momento appCapítulo 46 Natasha romanov appCapítulo 47 Adolescentes appCapítulo 48 Cómo si fuera cierto appCapítulo 49 Cucarachas appCapítulo 50 Nat appCapítulo 51 Mamá appCapítulo 52 Cuestión de tiempo appCapítulo 53 Horario de protección al menor appCapítulo 54 Un buen niño appCapítulo 55 Explosiones appCapítulo 56 Jugando a la familia feliz appCapítulo 57 Olivia appCapítulo 58 Los padres de steven appCapítulo 59 Alcanzar una estrella appCapítulo 60 Decepciones appCapítulo 61 Oportunidad appCapítulo 62 Corazones y confetis appCapítulo 63 Libertad appCapítulo 64 Pareja appCapítulo 65 El presidente appCapítulo 66 Cueste lo que cueste appCapítulo 67 Una visita inesperada appCapítulo 68 Secretos y mentiras appCapítulo 69 Kennedy y marilyn appCapítulo 70 Hermanas appCapítulo 71 Cayendo en un abismo sin fin appCapítulo 72 Credibilidad appCapítulo 73 Niños appCapítulo 74 Rumores appCapítulo 75 Una aliada inesperada appCapítulo 76 La llave appCapítulo 77 Sorpresas te da la viday norman appCapítulo 78 Anatomía appCapítulo 79 El corazón pendiendo de un hilo appCapítulo 80 Nuestra familia appCapítulo 81 La despedida appCapítulo 82 La boda app
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
UNION READ LIMITED
Room 1607, Tower 3, Phase 1 Enterprise Square 9 Sheung Yuet Road Kowloon Bay Hong Kong
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados