Capítulo 5 Mi familia

– De todas formas iré, y verás que con muchos mimitos te curaras – objetó Vanessa con determinación. – En serio, no es necesario nena. Debes estar ocupada y no quiero molestar. Intenté disuadirla, sabiendo que era difícil hacerla cambiar de opinión una vez que se le metía algo en la cabeza, pero su respuesta fue tajante. – He dicho, caso cerrado – Aquella risa inocente resonó por el auricular mientras yo suspiraba resignada. Me preparé para lo inevitable mientras colgaba la llamada y me dirigí a la cocina para preparar el almuerzo. Andrey había salido de la habitación, yo sabía que aún estaba molesto. Preparé unos panqueques para el desayuno, pero él no quiso tocarlos y eligió prepararse un sándwich. Sus ojos se clavaron en los míos, llenos de una mirada infantil que me hizo hervir la sangre. A pesar de mi experiencia en mantener la calma, mi actitud en ocasiones se volvía impulsiva, logrando sacarme de mis cabales. – ¿Piensas comportarte como un niño inmaduro y despreciarme el desayuno? – solté, con una pizca de veneno goteando en mis palabras. – ¿Acaso no tengo derecho a elegir lo que quiero comer? – respondió con desdén. Sus palabras fueron como un golpe directo a mi paciencia. ¿Cómo podía ser tan egoísta? – ¿Entonces, para qué me molesto en hacer el almuerzo si el señor Andrey Mitchell no se tomará la molestia de comerlo? – pregunté con sarcasmo. Andrey cerró con fuerza la puerta del refrigerador, lo que hizo un pequeño estruendo en la cocina. Tenía muchas palabras amontonadas en la boca, pero solo guardó silencio. Ante su renuencia a decir algo, le espeté: – Mi mamá vendrá a buscar a los niños dentro de una hora y ni siquiera compartiste con ellos como es debido durante estos días. – Le reproché molesta – Vanessa también vendrá para pasar un rato conmigo. – No sé para qué me das explicaciones – respondió con un tono frío – De todas formas pareces hacer lo que te place, cuando te place. Además no fui yo quien tomó la decisión de que los niños vivieran con tu mama. Quise replicar en ese momento, pero mis lágrimas se escaparon con prisa; así que solo me di la vuelta y corrí a la habitación, dejando atrás el sonido de su respiración pesada y su expresión de enojo en el rostro. Paso una hora, me encontraba en el baño, tratando de disimular el rastro de lágrimas que habían dejado mis ojos hinchados y rojizos. Sabía que mi madre, Edna Stone, llegaría en cualquier momento, y quería recibirle con una sonrisa para aparentar que todo estaba bien. Pero no había jabón, ni agua suficiente que borraran la manchas de humedad que deja la tristeza cuando se desborda. Cuando los niños escucharon el timbre, salieron corriendo a recibir a su abuela. Ella era su cómplice en travesuras y la fuente inagotable de historias divertidas. Me arreglé rápidamente para bajar a saludarla, ya mamá estaba dentro de la casa. Los niños saltaban alrededor de ella, llenándola de preguntas y risas. – Ya niños, dejen descansar a la abuela – dije con una sonrisa tierna – ¿Qué les parece si suben a sus habitaciones y terminan de arreglar sus mochilas? Los niños obedecieron sin protestar, mientras mamá los veía con ternura. Pero cuando ya no estaban cerca, la expresión del rostro de mi madre cambió. – ¿Por qué estabas llorando? – preguntó con seriedad. – No estaba llorando mamá – respondí intentando hacerme la desentendida – Solo he tenido un poco de alergias. – Sunny – una expresión de incredulidad se posó en el rostro de mi madre. – ¿Acaso se te olvida quién fue la que te dio a luz? – Solo discutimos por un par de tonterías – bajé la mirada, avergonzada por no poder ocultar mis emociones – Ya sabes cómo soy de sensible, pero realmente no es nada grave – añadí intentando no preocuparla. – Puedes contarme lo que sea hija. Si quieres puedes venir conmigo y pasar también unos días en casa. Además puede que necesite ayuda para hacer la limpieza a la tumba de tu padre. Mi madre sabía perfectamente que el asunto era más complejo de lo que yo quería admitir. Desde la muerte de papá había usado el amor y la cercanía familiar como bálsamo para cualquier tristeza. – Me encantaría acompañarte, pero estamos en una temporada bastante ajetreada en el trabajo, y como ya sabes todo el material informativo que necesito y demás complementos los tengo acá en casa. Justo ahora no puedo darme el lujo de relajarme. Pero te prometo que apenas consigo un tiempo libre iré a hacerte compañía a ti y a los niños. – Está bien hija, solo quiero asegurarme de que estés bien – dijo mientras colocaba una mano en mi hombro. Decidimos dejar el tema a un lado y conversamos sobre distintos temas: comida, ropa, mis primas, entre otras cosas. El tiempo pasó volando y nos reímos mucho juntas. Al final del día, me sentí agradecida por su visita, me ayudó a liberar la tensión que me oprimía. – ¡Dios mío! mira la hora – dijo mi madre al mirar su reloj pulsera - Ya me tengo que irme mi niña. – Tranquila mamá, gracias por haber venido – Le respondí riéndome – Extrañaba estas charlas nada productivas, pero muy informativas. – Como buenas ciudadanas que somos – añadió mi madre y también rió. Llamé a los niños, que ya estaban impacientes por marcharse con su abuela. Les di mi bendición y se dispusieron a salir. – Te amo mami – dijo Garrett. – Te amo nene – le respondí, a medida que se iban alejando. Willa me decía adiós con su pequeña mano y yo agite la mía en respuesta. Mis dos hermosos niños eran lo más importante en mi vida. Desde el momento en que nacieron, me cambiaron para siempre. Cada día me despertaba con el objetivo de hacerlos felices y de darles todo lo que necesitaban para crecer sanos y fuertes. Se volvieron el centro de mi universo. Cada logro, cada sonrisa, cada lágrima los celebré y consolé con igual intensidad. No había nada más importante que ver a mis hijos felices y saludables. Y aunque a veces la vida podía ser difícil y complicada, el amor incondicional que sentía por ellos era siempre un faro que me guiaba hacia adelante en medio de las tempestades. Garrett tenía once años, poseía una apariencia singular y encantadora. Su cabello castaño oscuro y crespo enmarcaba su rostro moreno, acentuando la expresividad de sus grandes ojos marrones. Éstos parecían brillar con una curiosidad inagotable y estaban rodeados por largas y rizadas pestañas. Una pequeña nariz recta se asomaba por encima de sus labios rosados y carnosos, que parecían siempre prestos a soltar una risa contagiosa. Era un niño alto para su edad, con una complexión delgada pero atlética que reflejaba su amor por las actividades físicas. Sin embargo, también tenía una mente creativa y curiosa, siempre buscando nuevas aventuras y explorando el mundo que lo rodeaba. Era amable y cariñoso con los demás, mostrando una gran empatía y comprensión hacia aquellos que lo rodeaban. Willa solo tenía ocho años. Dueña de una belleza angelical y delicada. Su cabello liso y castaño, en un tono más claro que el de su hermano, fluía suavemente por su espalda, como si fuera una cascada de seda. Sus ojos marrones eran grandes y brillantes, con una tonalidad clara que parecía cambiar según lo dictaba la luz. A menudo, sus largas pestañas se curvaban hacia arriba con la inocencia infantil. Su piel trigueña era suave al tacto y parecía absorber la luz del sol, como si fuera un reflejo de su personalidad alegre y cálida. Era una niña pequeña pero activa, siempre corriendo y saltando con una energía inagotable. A menudo llevaba una sonrisa traviesa en su rostro que parecía iluminar todo a su alrededor. A pesar de que Andrey siempre ha estado ahí, nunca me he resignado a depender solo de él. Desde muy joven, aprendí la importancia de ser independiente y de trabajar duro para conseguir lo que quiero. Cuando me convertí en madre, esa responsabilidad solo se hizo más grande. Sabía que tenía que hacer todo lo posible para asegurarme de que mis hijos tuvieran todo lo que necesitaban, no solo en términos materiales, sino también emocionales. Por supuesto, mi pareja siempre había sido un gran apoyo para mí. Siempre había estado al pendiente y había hecho todo lo posible por ayudarme en todo lo que necesitaba, y aunque luego de doce años de matrimonio las cosas habían cambiado un poco, seguía dándonos atención a su manera. Pero aun así, siempre había sentido la necesidad de contribuir al hogar y apoyar a mi familia de la mejor manera posible. Por eso, trabajaba duro cada día para asegurarme de que mis hijos estuvieran cómodos, y para que Andrey se sintiera respaldado en todo momento. Mi independencia era una parte importante de quién era y nunca dejaría de luchar por aquello en lo que creía. Me sentía orgullosa de ser una madre trabajadora y comprometida con mi familia.
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Índice
Capítulo 1 Mi amiga y yo Capítulo 2 Karaoke Capítulo 3 Una voz que hipnotiza Capítulo 4 Andrey Capítulo 5 Mi familia Capítulo 6 Noche de peliculas arruinada Capítulo 7 La magia de su voz Capítulo 8 Una lucha interna Capítulo 9 Reconciliación Capítulo 10 Sigo topándome con él appCapítulo 11 Una charla inocente appCapítulo 12 Leyendas appCapítulo 13 La culpa al acecho appCapítulo 14 Noche de películas appCapítulo 15 La llamada maliciosa appCapítulo 16 Problemas appCapítulo 17 Otra complicación appCapítulo 18 Pesadillas recurrentes appCapítulo 19 En el trabajo appCapítulo 20 Pidiendo un poco de ayuda appCapítulo 21 La rensión explota en mi cara appCapítulo 22 Todo mejora con alcohol y una buena charla appCapítulo 23 Un bálsamo para el corazón herido appCapítulo 24 Un ángel al rescate appCapítulo 25 Una charla de relax appCapítulo 26 Sumergida entre mitos appCapítulo 27 Un abismo appCapítulo 28 Deseo appCapítulo 29 Arrepentida appCapítulo 30 Sorprendida por volker appCapítulo 31 Un acosador appCapítulo 32 Surgen nuevas complicaciones appCapítulo 33 Acaso son ¿celos? appCapítulo 34 Emociones y ¡pum! colpaso appCapítulo 35 Un break a mis problemas appCapítulo 36 Me gano un acosador appCapítulo 37 Confrontación, culpa, y castigo appCapítulo 38 Siendo llevada a un abismo profundo appCapítulo 39 Evitando mas conflictos appCapítulo 40 Intriga en la oficina appCapítulo 41 Manipulaciones appCapítulo 42 Cavilaciones appCapítulo 43 Una nueva rutina appCapítulo 44 Llamadas appCapítulo 45 Mi amiga me defiende appCapítulo 46 Mensajes de texto appCapítulo 47 Mintiendo descaradamente appCapítulo 48 Una charla con raven appCapítulo 49 Finalmente reconfortada appCapítulo 50 El castigo appCapítulo 51 Un ángel me auxilia appCapítulo 52 Solo quería estar con él appCapítulo 53 Totalmente descubiertos appCapítulo 54 Luchando con él appCapítulo 55 Una ¿disculpa? appCapítulo 56 En busca de una solución en la oficina appCapítulo 57 Reunion con mi abogado appCapítulo 58 Queriendo saber de raven appCapítulo 59 Una amarga despedida appCapítulo 60 Llevada por la ira appCapítulo 61 ¡Quiero el divorcio! appCapítulo 62 Poniendo mi plan en marcha appCapítulo 63 La trampa appCapítulo 64 Paraiso appCapítulo 65 Placer desbordante appCapítulo 66 Un mal presagio appCapítulo 67 Todo es confuso appCapítulo 68 Decido seguir el juego appCapítulo 69 ¿Qué es real? appCapítulo 70 Bienvenida a la realidad appCapítulo 71 "No puedes escapar de tu pasado" appCapítulo 72 Mi familia appCapítulo 73 ¿Otra familia? appCapítulo 74 ¿Qué es real? appCapítulo 75 Yo no te amo, solo te temo appCapítulo 76 Pesadilla appCapítulo 77 La elección appCapítulo 78 Una horrible noticia appCapítulo 79 El panorama se vuelve gris appCapítulo 80 Una pequeña luz appCapítulo 81 Veo a mi hija appCapítulo 82 Todo es culpa de andrey appCapítulo 83 Le cuento la realidad a andrey appCapítulo 84 Fragmentada appCapítulo 85 La salida del hospital appCapítulo 86 Pérdidas appCapítulo 87 Una montaña rusa de emociones appCapítulo 88 Y llega él appCapítulo 89 Simplemente lo necesitaba appCapítulo 90 Un enfrentamiento inevitable appCapítulo 91 Una cualquiera appCapítulo 92 La explicación appCapítulo 93 ¿Otra oportunidad? appCapítulo 94 Mi refugio appCapítulo 95 Un nuevo descubrimiento appCapítulo 96 Y de repente lo sabía appCapítulo 97 Doloroso pero necesario appCapítulo 98 Dilemas appCapítulo 99 La música de nuestros cuerpos appCapítulo 100 Juego de seducción appCapítulo 101 Placer sin límites appCapítulo 102 ¿Qué noticias traerá? appCapítulo 103 El pilar de la familia appCapítulo 104 El pasillo del hospital appCapítulo 105 Culpa compartida appCapítulo 106 Un último recurso para contener la crisis appCapítulo 107 La desgarradora despedida appCapítulo 108 Cicatrices emocionales appCapítulo 109 El eco de una canción appCapítulo 110 Desenmascaramiento de una farsa appCapítulo 111 La sentencia caerá appCapítulo 112 El regreso a la realidad appCapítulo 113 La dinámica del equipo appCapítulo 114 El alivio al final del día appCapítulo 115 Una carta de amor appCapítulo 116 A la espera de un caballero andante appCapítulo 117 La conversación que debía haber sido appCapítulo 118 Un día a la vez appCapítulo 119 El valor de insistir appCapítulo 120 La verdad que no se dice appCapítulo 121 Las copas puede ayudar a enfrentar una decepción appCapítulo 122 El valle de la discordia appCapítulo 123 Un mundo corporativo sin escrúpulos appCapítulo 124 En defensa propia appCapítulo 125 Cruzando la línea roja appCapítulo 126 ¿Qué hacer con la información? appCapítulo 127 La demanda appCapítulo 128 Aprende la lección: la verdad tiene un precio appCapítulo 129 La búsqueda de la paz interior appCapítulo 130 Un viejo amigo appCapítulo 131 Un vínculo de promesas y sacrificios appCapítulo 132 La oferta de lucille app
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
UNION READ LIMITED
Room 1607, Tower 3, Phase 1 Enterprise Square 9 Sheung Yuet Road Kowloon Bay Hong Kong
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados