Capítulo 4 Andrey

Era domingo, el sol entraba tímidamente por la ventana y el aroma a café recién hecho inundaba la casa. Sentada en el sofá, me aferraba a la taza caliente mientras intentaba dejar atrás la intensa experiencia de la noche anterior. A pesar de mis esfuerzos, no podía sacudirme la sensación de vergüenza que me invadía por haberme dejado llevar por mis emociones. Fue entonces cuando el teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa, rompiendo el silencio de la habitación. Con un suspiro resignado, tomé el dispositivo entre mis manos y lo desbloqueé. En la pantalla, una notificación pendiente parpadeaba con insistencia, pero antes de revisarla decidí respirar hondo y concentrarme en el presente. Fue en ese momento cuando sentí cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho, al recordar el tono grave y seductor de la voz de aquel hombre. ¿Qué había pasado conmigo? La incertidumbre me invadía y no sabía si estaba preparada para enfrentarla. Fijé mis ojos en la pantalla del teléfono; diecisiete llamadas pérdidas de Vanessa. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. «¿Qué le habrá sucedido?» Pensé. Con un nudo en la garganta, marqué su número y esperé impaciente a que respondiera. – ¡Mi solecito! – Chilló al otro lado del auricular, su voz estridente podía en ocasiones llegar a frecuencias capaces de romper cualquier cristal – ¿Por qué no contestaste mis llamadas? ¡Me tenías preocupada desde anoche! – La tonalidad infantil de sus palabras se transformó en regaño maternal – Eso no se hace, niña mala. Unas diez emociones diferentes se adueñaban de ella en menos de un minuto. Siempre me sorprendió su capacidad para cambiar de ánimo con tanta facilidad. – Lo siento nena, desde anoche tengo malestar corporal y me siento débil – le mentí, sintiéndome culpable por no decirle la verdad – Por eso no había tomado el teléfono en toda la mañana. – ¿Estás bien? – Preguntó y aquel tono de preocupación volvía adueñarse de su voz – ¿Quieres que vaya a cuidarte? Si te hago una sopa quizás te recompongas. – No es necesario nena, Andrey está en casa, él se ocupará de mí – respondí, tratando de evitar que se acercara demasiado y descubriera mi mentira. Sabía que estaba siendo deshonesta con ella, pero no estaba lista para enfrentarla. Lo que menos necesitaba justo ahora era tenerla mirándome fijamente a los ojos y haciéndome preguntas, algunas que aún no tenían respuesta y otras que no quería responder. Además, Andrey y yo habíamos discutido tras mi regreso del bar. Las cosas aún estaban tensas entre nosotros y no estaba segura de cómo solucionarlo. Andrey era un hombre alto y fornido, con una estatura alrededor de 1.85 metros. Tenía una piel mulata, con tonalidades cálidas y doradas que le dan un aspecto radiante. Su barba era espesa y bien cuidada, lo que le daba un aire elegante y masculino. Sus ojos grandes y expresivos, de un color marrón oscuro contrastaban con su piel. Tenía una sonrisa encantadora y una presencia imponente que lo hacía destacar entre la multitud. Tendía a ser un tanto conformista y despreocupado en su día a día, lo que podía hacerle parecer relajado y tranquilo en situaciones de estrés. Sin embargo, cuando se trataba de nuestra relación, su actitud cambiaba radicalmente. Era un hombre dominante y celoso, que quería protegerme a toda costa y asegurarse de que nadie más se interpusiera en su camino. A pesar de ser celoso, podía llegar a ser cariñoso y atento. Le gustaba hacerme regalos y disfrutaba mirar películas conmigo. Sin embargo, si sentía que estaba siendo amenazado o traicionado de alguna forma, su actitud podía cambiar rápidamente y volverse posesivo. No conocimos en mi trabajo, cuando el buscaba productos de limpieza para su negocio. Recuerdo que caminábamos por los almacenes mientras le proporcionaba información correspondiente a lo que buscaba. – Este es nuestro producto más vendido. – Le dije mientras le mostraba el envase – Es muy efectivo para limpiar superficies de vidrio y acero inoxidable. Imagina que es como tener a tu disposición un elixir mágico capaz de transformar tus superficies en espejos relucientes. Eso es lo que ofrecemos, un secreto bien guardado que ha revolucionado la forma en que limpiamos. – No me lo puedo creer – dijo él con expresión de incredulidad en el rostro – ¿Este producto es realmente así de eficaz? – Permíteme terminar de explicarte y lo puedes descifrar tú mismo. – Le respondo con una sonrisa – Su fórmula especial penetra en la suciedad más persistente, dejando cada superficie impecable y sin marcas, ni rayas. Además, su práctico formato en aerosol te permite aplicarlo con facilidad en cualquier rincón que necesite una limpieza profunda. – Tomé aire y continué – Nuestro producto está hecho a base de una fórmula química avanzada que combina elementos altamente efectivos en la eliminación de suciedad y manchas. Entre sus componentes se encuentran agentes tensioactivos que disuelven la suciedad y la grasa, ácido cítrico que actúa como desincrustante, y alcohol isopropílico que ayuda a evaporar el líquido rápidamente sin dejar marcas. Además, nuestra fórmula no contiene amoníaco, ni otros componentes agresivos que puedan dañar las superficies o ser perjudiciales para la salud. Nuestra fórmula también contiene un agente antiestático que ayuda a reducir la acumulación de polvo y suciedad en las superficies tratadas, manteniéndolas limpias por más tiempo. Su pH neutro lo hace seguro para su uso en cualquier tipo de vidrio o acero, incluyendo superficies delicadas como espejos y pantallas. Y gracias a su aroma agradable, dejará tus espacios con un aroma limpio y fresco. – ¡Wow! es impresionante la cantidad de información logras retener – dijo él, mientras se rasca la cabeza y miraba a su alrededor con curiosidad – Me sorprende la total de productos que tienen aquí. Me siento un poco abrumado. – Es cuestión de práctica – contesté con una sonrisa genuina – aunque siempre tuve la facilidad de tener una memoria muy amplia. Si tienes alguna otra duda solo tienes que decirlo. – No te preocupes, he pillado la buena calidad del producto, creo que me lo llevare. A menos que tengas algo mejor que ofrecerme claro está. – Se quedó pensando por unos pocos segundos y luego añadió – Aunque si tengo una duda, ¿Te gusta el café? Porque me preguntaba si te gustaría tomar un café después del trabajo; así podríamos seguir hablando de otros temas. Su sonrisa coqueta me hizo sentir algo incómoda, pero también intrigada. Verlo jugar con sus dedos, tronándolos de momento, hacía notar que estaba un tanto nervioso. Esto último me enterneció. – Por cuestiones de ética laboral no puedo tener ninguna especie de relación con ningún cliente, que vaya más allá de lo profesional. – le respondí con firmeza, tratando de mantener mi compostura. No era la primera vez que un cliente intentaba ligarme, pero él no se rindió tan fácilmente. – Pero... si lo haces después del trabajo, ya no sería tu cliente. Aunque también está la opción de conseguir otro proveedor y así no tendrías ningún impedimento de ética. Una pequeña sonrisa se asomaba por la comisura de mis labios tras su respuesta ingeniosa, aunque traté de ocultarla. Además Andrey tenía un encanto natural y un cuerpo bien moldeado que me hacía morderme los labios. – ¿Qué te parece si finiquitamos la compra y durante el trámite me tomo el tiempo de pensarlo? Luego antes de que te vayas te daré una respuesta. – Parece un buen trato – contesto el complacido – Una compra por una cita. – Pensé que era solo un café – le dije con un poco de picardía. – Eso dije, un café – añadió y sonrió levemente. Mientras caminábamos hacia la salida de los almacenes tropecé con una paleta de carga, estando a punto de caer, Andrey me sostuvo evitando un accidente. – ¡Cuidado! No te lastimes – dijo sujetándome con fuerza; sus manos eran amplias, pero suaves. – Gracias... eso fue un poco vergonzoso. – El color subió rápidamente a mis mejillas, sentía que quemaban e intenté desviar la mirada hacia otro lugar. – No te preocupes, todos hemos tropezado alguna vez, ¿estás bien? – preguntó, y me miró fijamente para luego decir – Pero gracias a eso pude tenerte entre mis brazos por un momento. – Sí, estoy bien, no te preocupes. Gracias por sostenerme – yo también le miré fijamente por unos segundos, le devolví la sonrisa y le propuse continuar. Luego de aceptar tomar un café, y luego otro, y otro, hasta perder la cuenta. Ambos notamos que había algo que iba va más allá de lo físico. Era la forma en que me miraba, la forma en que hablaba conmigo, la que me hizo caer en sus brazos. Parecía ser el comienzo de algo especial.
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Índice
Capítulo 1 Mi amiga y yo Capítulo 2 Karaoke Capítulo 3 Una voz que hipnotiza Capítulo 4 Andrey Capítulo 5 Mi familia Capítulo 6 Noche de peliculas arruinada Capítulo 7 La magia de su voz Capítulo 8 Una lucha interna Capítulo 9 Reconciliación Capítulo 10 Sigo topándome con él appCapítulo 11 Una charla inocente appCapítulo 12 Leyendas appCapítulo 13 La culpa al acecho appCapítulo 14 Noche de películas appCapítulo 15 La llamada maliciosa appCapítulo 16 Problemas appCapítulo 17 Otra complicación appCapítulo 18 Pesadillas recurrentes appCapítulo 19 En el trabajo appCapítulo 20 Pidiendo un poco de ayuda appCapítulo 21 La rensión explota en mi cara appCapítulo 22 Todo mejora con alcohol y una buena charla appCapítulo 23 Un bálsamo para el corazón herido appCapítulo 24 Un ángel al rescate appCapítulo 25 Una charla de relax appCapítulo 26 Sumergida entre mitos appCapítulo 27 Un abismo appCapítulo 28 Deseo appCapítulo 29 Arrepentida appCapítulo 30 Sorprendida por volker appCapítulo 31 Un acosador appCapítulo 32 Surgen nuevas complicaciones appCapítulo 33 Acaso son ¿celos? appCapítulo 34 Emociones y ¡pum! colpaso appCapítulo 35 Un break a mis problemas appCapítulo 36 Me gano un acosador appCapítulo 37 Confrontación, culpa, y castigo appCapítulo 38 Siendo llevada a un abismo profundo appCapítulo 39 Evitando mas conflictos appCapítulo 40 Intriga en la oficina appCapítulo 41 Manipulaciones appCapítulo 42 Cavilaciones appCapítulo 43 Una nueva rutina appCapítulo 44 Llamadas appCapítulo 45 Mi amiga me defiende appCapítulo 46 Mensajes de texto appCapítulo 47 Mintiendo descaradamente appCapítulo 48 Una charla con raven appCapítulo 49 Finalmente reconfortada appCapítulo 50 El castigo appCapítulo 51 Un ángel me auxilia appCapítulo 52 Solo quería estar con él appCapítulo 53 Totalmente descubiertos appCapítulo 54 Luchando con él appCapítulo 55 Una ¿disculpa? appCapítulo 56 En busca de una solución en la oficina appCapítulo 57 Reunion con mi abogado appCapítulo 58 Queriendo saber de raven appCapítulo 59 Una amarga despedida appCapítulo 60 Llevada por la ira appCapítulo 61 ¡Quiero el divorcio! appCapítulo 62 Poniendo mi plan en marcha appCapítulo 63 La trampa appCapítulo 64 Paraiso appCapítulo 65 Placer desbordante appCapítulo 66 Un mal presagio appCapítulo 67 Todo es confuso appCapítulo 68 Decido seguir el juego appCapítulo 69 ¿Qué es real? appCapítulo 70 Bienvenida a la realidad appCapítulo 71 "No puedes escapar de tu pasado" appCapítulo 72 Mi familia appCapítulo 73 ¿Otra familia? appCapítulo 74 ¿Qué es real? appCapítulo 75 Yo no te amo, solo te temo appCapítulo 76 Pesadilla appCapítulo 77 La elección appCapítulo 78 Una horrible noticia appCapítulo 79 El panorama se vuelve gris appCapítulo 80 Una pequeña luz appCapítulo 81 Veo a mi hija appCapítulo 82 Todo es culpa de andrey appCapítulo 83 Le cuento la realidad a andrey appCapítulo 84 Fragmentada appCapítulo 85 La salida del hospital appCapítulo 86 Pérdidas appCapítulo 87 Una montaña rusa de emociones appCapítulo 88 Y llega él appCapítulo 89 Simplemente lo necesitaba appCapítulo 90 Un enfrentamiento inevitable appCapítulo 91 Una cualquiera appCapítulo 92 La explicación appCapítulo 93 ¿Otra oportunidad? appCapítulo 94 Mi refugio appCapítulo 95 Un nuevo descubrimiento appCapítulo 96 Y de repente lo sabía appCapítulo 97 Doloroso pero necesario appCapítulo 98 Dilemas appCapítulo 99 La música de nuestros cuerpos appCapítulo 100 Juego de seducción appCapítulo 101 Placer sin límites appCapítulo 102 ¿Qué noticias traerá? appCapítulo 103 El pilar de la familia appCapítulo 104 El pasillo del hospital appCapítulo 105 Culpa compartida appCapítulo 106 Un último recurso para contener la crisis appCapítulo 107 La desgarradora despedida appCapítulo 108 Cicatrices emocionales appCapítulo 109 El eco de una canción appCapítulo 110 Desenmascaramiento de una farsa appCapítulo 111 La sentencia caerá appCapítulo 112 El regreso a la realidad appCapítulo 113 La dinámica del equipo appCapítulo 114 El alivio al final del día appCapítulo 115 Una carta de amor appCapítulo 116 A la espera de un caballero andante appCapítulo 117 La conversación que debía haber sido appCapítulo 118 Un día a la vez appCapítulo 119 El valor de insistir appCapítulo 120 La verdad que no se dice appCapítulo 121 Las copas puede ayudar a enfrentar una decepción appCapítulo 122 El valle de la discordia appCapítulo 123 Un mundo corporativo sin escrúpulos appCapítulo 124 En defensa propia appCapítulo 125 Cruzando la línea roja appCapítulo 126 ¿Qué hacer con la información? appCapítulo 127 La demanda appCapítulo 128 Aprende la lección: la verdad tiene un precio appCapítulo 129 La búsqueda de la paz interior appCapítulo 130 Un viejo amigo appCapítulo 131 Un vínculo de promesas y sacrificios appCapítulo 132 La oferta de lucille app
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