Capítulo 3 Presentación
Al día siguiente Alyz se despertó temprano, su reloj biológico ya estaba acostumbrado a madrugar, desde que estaba en el orfanato tenía esa costumbre y nunca se le había quitado desde entonces. Había dormido con la ropa del día anterior y se dio cuenta entonces que llevaba dos días sin bañarse por lo que decidió tomar una ducha.
Se metió al baño y se despojó de todas sus prendas, en cuanto abrió la llave y el agua caliente cayó sobre ella sintió un inmenso alivio, definitivamente el agua se llevaría parte de sus tristezas de esos días, llevaba un buen tiempo bajo la regadera cuando escucho que la puerta del baño se abría y a través de la puerta de cristal vio entrar a Darius, inmediatamente se tapó el cuerpo con sus manos y se encogió en la ducha.
-Solo vine a dejarte algo de ropa- dijo como si nada parado frente a ella con una ceja levantada.
-¡sal de aquí! ¡Estoy desnuda, no quiero que me veas!- gritaba Alyz mas que avergonzada.
-casi no se ve nada, el vapor del agua a empañado el vidrio- contesto él mientras dejaba ropa en una pequeña cómoda junto a la puerta y después salió como si nada.
Alyz espero un rato y al cerciorarse de que Darius ya se había ido, salió de la ducha envolviéndose inmediatamente en la primera toalla que encontró. Encima de la cómoda donde estaban las toallas encontró ropa interior negra de su talla, un vestido negro corto de una sola manga y unas zapatillas igualmente negras de tacón alto.
Alyz suspiro resignada, no era para nada su estilo de vestir pero buscando por todas partes se dio cuenta de que su ropa había desaparecido, así que si no quería andar desnuda, no le quedaba de otra.
Se cambió rápidamente dentro del baño y después salió de la habitación encontrándose con el desayuno en la mesa. Poco después de que terminara de desayunar Darius volvió a aparecer por la puerta con una sonrisa en su rostro y vestido formalmente.
-me alegra ver que te quedo bien el vestido- comento mirándola de arriba a abajo.
-en realidad está un poco pequeño- contesto Alyz cohibida.
-pues a mí me gusta cómo te ves y es lo que importa, todos los preparativos ya están listos, hoy te presentare formalmente ante la manada y espero que te comportes adecuadamente- explico Darius muy serio.
-¿no crees que es muy pronto para presentarme con tu... manada?-
-claro que no, mientras más pronto mejor- contesto él tomándola de la muñeca y jalándola hacia el pasillo.
Alyz caminaba lo mejor que podía sobre los tacones, no estaba acostumbrada y que el vestido fuera tan coto y pegado tampoco ayudaba mucho.
Darius la llevo hasta la primera planta donde varias personas ya los estaban esperando frente a la puerta de la mansión. El chico sonrió complacido ante la mirada de asombro de sus amigos. Alyz pudo reconocer a los tres chicos que había visto antes con él en la cafetería.
-Alyz te presento a mi beta y omega, Dimitri y Alejo y el de junto es el hermano menor de Alejo, Andre- presento señalando a los chicos -y las chicas que se encuentran con ellos son sus respectivas parejas, Katya y Olga, el único que aún no encuentra a su luna es Andre.-
Alyz los saludo con una mano y una tímida sonrisa. Las dos chicas solo la veían con aires de superioridad y asco.
-más te vale hacer feliz a nuestro alfa o yo misma te arrancare la cabeza- dijo Katya muy seria.
Alyz trago saliva y volteo a ver a Darius quien le sonreía como si no hubiera escuchado lo que le acababa de decir.
-no pierdas el tiempo con ella- contesto la otra - ya es tarde ¿nos vamos?-
-claro, todo está listo - contesto uno de los chicos, Dimitri.
Los chicos se voltearon y caminaron hacia la puerta, pero Alyz detuvo a Darius antes de que continuara.
-no pensaras que voy a salir así nada mas ¿o sí?- pregunto Alyz contrariada. Darius la miro con mala cara y sin entender muy bien a lo que se refería.
- necesito un abrigo, yo no tengo el calor corporal de los lobos- explico ella.
-¡tonterías! con un abrigo tu vestido no lucirá- replico él.
-¡pero hay nieve afuera!-
-te dije que te portaras bien, eso incluye hacer todo lo que te diga, así que no me molestes más y vamos- dijo él jalándola de la muñeca.
Alyz no podía creerse lo que sucedía, ¿es que acaso no entendía que se iba a congelar? En cuanto salieron el frió helado le erizo la piel.
Afuera en el patio delantero, que era enorme, habían puesto varias mesas a los lados con mucha comida y en el centro se encontraba una gran cantidad de personas, aunque Alyz dudaba que fuera toda la población de aquel pequeño pueblo. En cuanto los invitados se dieron cuenta de su presencia dejaron las cosas que hacían y les pusieron toda su atención.
-gracias por acompañarme este glorioso día- comenzó Darius frente a todas la personas -como saben hace tiempo que he buscado a la luna que compartirá conmigo el cargo de líder de la manada y por fin es un orgullo para mi anunciarles que la he encontrado, les presento a Alyz- se detuvo un instante y se acercó al oído de Alyz para susurrarle.
-¿cuál es tu apellido?-
¡Dios! ni siquiera sabía eso de ella y ¿realmente pensaba que podían ser una pareja? no cabía duda de que estaba loco.
-no tengo- le susurro en respuesta - me crié en un orfanato, nunca conocí a mis padres así que no tengo-
-les presento oficialmente a su Luna, Alyz simplemente- volvió a decir al público. Todos aplaudieron animados.
-Ahora te presentare a todos- le dijo Darius sujetándola de la mano fuertemente mientras la jalaba hacia la personas que se encontraban más cerca.
Uno por uno se los fue presentando, Alyz hacia un esfuerzo por recordar los nombres y rostros pero después de un rato se le hizo imposible, además de que a cada paso por el nevado jardín se le congelaba una parte del cuerpo, podía sentir como el frió comenzaba a adentrarse más en su cuerpo, pero Darius casi no la dejaba hablar y la arrastraba de un lugar a otro.
Después de casi una hora ya le había presentado a todos lo que se encontraban ahí, por lo que Alyz creyó buen momento para decirle que necesitaba descansar un poco.
-Darius me duelen los pies, no estoy acostumbrada a los tacones, ¿puedo sentarme un rato?- rogó
-pero solo un rato, no quiero que piensen que no te agradan- contesto él llevándola hacia las mesas de comida donde había varias sillas dispuestas. Alyz por fin pudo sentarse pero Darius no se despegaba de su lado, de pronto Alejo le hizo señas para que se acercara pero cuando intento levantar a Alyz ella negó con la cabeza.
-aun me duele, solo un minuto- suplico. Darius apretó los labios considerándolo -por favor.-
-bueno, pero no te muevas de aquí ¿de acuerdo?- ella asintió enérgicamente con la cabeza.
El alfa se dirigió hacia donde estaba Alejo quien lo recibió alegremente. Alyz solo veía a las personas charlar entre ellas. Poco a poco fue sintiendo más el frió que realmente hacía, las idas y venidas entre la gente la habían calentado un poco, pero ahora estando ahí quieta, sentía como comenzaba a temblar. Se abrazó a sí misma y comenzó a frotar sus brazos para intentar que entraran en calor pero parecía inútil, sus manos estaba aún más frías.
Fue entonces que decidió que era momento de decirle a Darius que o le daba un abrigo o la dejaba morir de hipotermia, pero cuando lo busco con la mirada se dio cuenta de que había desaparecido, maldijo para sus adentros, ahora no sabía qué hacer, si se movía de ahí él podría enfadarse y eso era lo que menos quería, pues al parecer era algo voluble. Pero si no buscaba pronto algo con que taparse de verdad moriría de hipotermia.
-viéndote ahí toda encogida y temblando uno pensaría que te estas congelando- bromeo Dimitri que se había acercado a la mesa por una copa de algún liquido amarillento.
-mmme e e estoy conge ge lando- contesto Alyz temblando.
-¡demonios! es verdad, que eres humana- contesto cayendo en la cuenta - rápidamente se quitó su saco negro y se lo paso por los hombros a Alyz.
Ella agradeció inmensamente el gesto y se envolvió en él, estaba bastante calientito y disfruto de la sensación.
-gra gracias- dijo sonriéndole.
- no hay problema, no podemos dejar que te pase nada, sabes, supongo que Darius no presto mucha atención al hecho de que eres humana, pero no te preocupes ya se acostumbraran el uno al otro.-
Alyz se preguntó si eso sería cierto, Darius parecía preocuparse solo por él mismo. Se removió incomoda en su silla cambiando de posición, de pronto se le resbalo una de sus zapatillas cayendo en la fría nieve.
-yo la recojo- se ofreció Dimitri amablemente.
El chico se agacho y recogió la zapatilla sacudiendo la nieve que se había quedado en ella, después agarro con cuidado el tobillo de Alyz y se la puso de nuevo.
-¡Gracias!- dijo Alyz sonriendo amablemente
- no hay de... -pero antes de poder terminar la frase un pie se estrelló contra su costado enviándolo lejos ante la mirada horrorizada de Alyz.
-¡no te atrevas a tocarla nunca!- grito Darius al lado de Alyz.
-¡solo estaba siendo amable conmigo!- le grito ella al borde de las lágrimas.
-¿y tú como te atreves a avergonzarme así?- le grito el alfa.
-¿de qué hablas?- pregunto Alyz sin poder contener más sus lágrimas.
Darius solo la miro y después al saco que tenía sobre los hombros, de un tirón se lo quito y se lo lanzo a Dimitri que estaba levantándose del suelo con la cabeza gacha. Sin previo aviso agarro a Alyz de la muñeca y la jalo a través de la nieve hasta la mansión y de ahí hasta su habitación donde la aventó sin ninguna delicadeza dentro, ella cayó al piso estrepitosamente. Darius ni la miro simplemente cerró la puerta con un azote.
Alyz se quedó tirada en el suelo entre temblores por el frió, el miedo y las lágrimas que no se detenían.
Darius no regreso en todo el día. Alyz aprovecho para darse de nuevo una ducha caliente y después se recostó en la cama con el mismo vestido pues no tenía nada más que ponerse. Nadie le llevo de comer ese día, así que no le quedo de otra que dormirse con el estómago vació y con la esperanza de que al día siguiente no se olvidaran de ella.