Jacob estaba a punto de amenazar a Loraine cuando quedó cautivado por su belleza. Loraine no sólo era tan atractiva como Megan, sino que además tenía un aire de elegancia único y tentador.
—¿Quién eres tú para preocuparte de quién soy yo? Deberías dedicarte a cuidar de tu mujer —le espetó Loraine a Jacob.
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