Capítulo 1227 Todo sucedió porque yo lo quise
Yan se dio cuenta de sus acciones y se sintió aún más avergonzada que antes. Por eso, se recostó en su abrazo y cerró los ojos, demasiado avergonzada para mirar a nadie. Han Qing aún no se había puesto el chaleco salvavidas. Su pecho era muy ancho; cuando se apoyó en él, estaba muy caliente, y pudo oír el sonido de los latidos de su corazón. Al principio, el sonido que escuchaba era el latido salvaje de un corazón. Pensando que era el sonido de sus propios latidos, se rió de sí misma por ser tan patética. Sin embargo, después de un rato, se dio cuenta de que el sonido no era el de su propio corazón.
«Si no es mío, ¿de quién es?».
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