Capítulo 2 Compláceme
Tanto las cejas como los ojos de ese hombre eran afilados como una cuchilla; bajo sus ojos feroces había una nariz aguileña, y sus finos labios formaban una mueca de desprecio. A pesar de estar en silla de ruedas, tenía un aura agresiva e intimidante a su alrededor, haciendo difícil acercarse a él.
«¿Entonces este es el hombre que dicen que es feo?»
Shen Qi estaba un poco atónita, y solo cuando la atmósfera se volvió más tensa, se sentó en la cama esquivando sus ojos. Entonces dijo, sintiéndose culpable:
—C...Claro que soy Shen Yue…
—Ja. —Los ojos de Ye Moxuan se tornaron aún más fríos mientras sacaba un sobre del bolsillo y lo tiraba en frente de Shen Qi.
Con cuidado cogió el sobre y lo abrió, descubriendo que estaba lleno de fotografías e información de su hermana, Shen Yue.
«¿Así que él conocía mi verdadera identidad desde el principio?»
Shen Qi agarró el sobre con más fuerza antes de morderse el labio inferior. Entonces miró con calma a Ye Moxuan con sus brillantes e impenetrables ojos negros.
—¿Se pensó la Familia Shen que podía engañarme por el hecho de ser un lisiado?
Shen Qi bajó la mirada y se defendió en voz baja:
—Yo también soy hija de la Familia Shen…
—¿La hija que se acaba de divorciar? ¿Trata entonces la Familia Shen a la Familia Yen como una estación de reciclaje? —De nuevo los ojos de Ye Moxuan se volvieron fríos.
Sus palabras directas y sarcásticas le recordaron a aquella terrible noche de hace un mes. Mordió su labio inferior con fuerza, intentando utilizar el dolor para no perder los nervios. Sin embargo, antes de que se pudiera calmar, el hombre la volvió a atacar verbalmente y con un tono frío.
—Te daré cinco minutos para que te largues de la mansión Ye.
—¿Qué? —Shen Qi miró hacia arriba, y sus ojos se cruzaron cos los ojos negros de él.
Si la echaban de ahí, la Familia Ye sin duda le guardaría rencor a la Familia Shen. Su familia entera dependía de ella, así que aunque fuese reacia a permanecer, no podía quedarse quieta y ver como arruinaba a la Familia Shen.
Tras tranquilizarse, Shen Qi se armó de valor para mirarle directamente y decir:
—Yo sé que este matrimonio fue organizado por tus padres. No te importa verdaderamente con quién te casas. De no ser así no hubieras aceptado este matrimonio. En vez de casarse otra vez, deberías dejar que me quede. Te prometo que no me meteré en tu vida.
En cuanto dijo eso, Shen Qi levantó las manos como muestra de garantía. Sus ojos estaban llenos de determinación, pero su cara mostraba cautela, como si tuviese miedo de que él rechazara su propuesta.
«Parece que ella...»
Ye Moxuan estrechó los ojos mientras la observaba.
Finalmente, sus finos labios esbozaron una sonrisa.
—¿De verdad tienes tantas ganas de quedarte?
Shen Qi observó su sonrisa, y su instinto le decía que algo no estaba bien, pero aun así asintió con la cabeza.
Las comisuras de Ye Moxuan se curvaron con aún más desprecio. No era la primera vez que había encontrado a mujeres avariciosas como ella, que estaban dispuestas a reemplazar a sus hermanas y casarse con un miembro de la Familia Ye, esperando prosperidad y dinero.
Su mirada se fijó en ella mientras decía: «Te daré una oportunidad para quedarte». tan pronto como los ojos de Shen Qi brillaron con esperanza, oyó al malvado hombre terminar su frase: «pero tienes que complacerme primero.»
Aturdida, Shen Qi miró al hombre al lado de la cama. No se lo podía creer.
—¿Qué pasa? ¿No entiendes mis palabras? —Ye Moxuan se burló—. No me digas que una mujer divorciada no sabe cómo complacer a un hombre.
Al escuchar sus palabras, Shen Qi apretó los puños con fuerza. Cierto que había estado casada con Lin Jiang durante dos años, pero éste siempre utilizaba la excusa de que estaba ocupado para evitar tener que acostarse con ella. Entonces, una noche hace un mes, pilló a Lin Jiang con una encantadora mujer embarazada divirtiéndose en su cama de matrimonio. En aquel momento comenzaron sus pesadillas...
—¡Habla! —Era obvio que el silencio de ella hizo que Ye Moxuan perdiera la paciencia. Entonces acercó una mano para arrancar la manta que ella sostenía delante de su cuerpo, mostrando el cuerpo atractivo de la mujer…
—¡Ah!