Capítulo 1007 ¡Estoy dispuesta!
Han Muzi no pudo evitar sonreír, pero se le enrojecieron los ojos y las lágrimas brotaron en sus ojos; eran cristales transparentes que brillaban delante de Yan. Alzando una mano, le dio un pellizco a Yan en las mejillas; ejerció un poco de fuerza hasta que la vio poner mala cara del dolor, pero aun así Yan permaneció callada.
—¿Duele? —preguntó.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread