Capítulo 50 ¡Pelea!
¡Eso era cierto! Shen Qi lo entendió. Se consideraba afortunada, dado que pudo casarse bajo este tipo de circunstancias. Era cierto que no tenía ningún motivo para quejarse. Sin embargo, cuando notó que sus padres no parecían tristes o preocupados en absoluto, se sintió disgustada. ¿Podría ser que no les importaban los sentimientos de ella en absoluto? Cuando pensó en eso, los platos delante de ella ya no le parecían tan apetecibles. Shen Qi probó unos bocados de comida antes de dejar los palillos sobre la mesa.
—Papá, mamá, ya he comido en la mansión Ye, por lo tanto estoy llena. Si me perdonáis, tengo que subir arriba a coger unas cosas.
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