Capítulo 390 La furia de Ramiro

En la residencia Carrasco, Jaime retiró suavemente de su cintura el brazo blanco y delgado de Crista antes de deslizarse fuera de la cama. Luego, salió sigilosamente de la habitación con los ojos fijos en ella. Tras salir de la habitación, lanzó un largo suspiro. El día de ayer había sido caótico, pero por fin había terminado. Después de volver del hotel, sus padres se ensañaron con él delante de Crista, que no le perdonó hasta que le prometió repetidamente que no volvería a meterse con Karen. «Crista parecía muy enfadada anoche. No se despertará hasta el mediodía, supongo».