Estoy completamente exhausto el sábado por la mañana. Tanto que llevo a Mia a desayunar y luego vuelvo a dormir mientras ella juega por la habitación. Me despierto con sus manos golpeándome en la cara para decirme que es hora de almorzar. Me arrastro hasta la cocina.
Neil y Steven entran. Ambos se quedan callados cuando me notan y luego se mueven por la cocina como si yo no estuviera allí. Se van sin siquiera dirigirse a Mia y suspiro. Mia parece bastante molesta por eso también.
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