Era tarde y la sensación de inquietud en mi pecho aumentaba a cada momento, Rosaline no era de las que desaparecían por capricho. Ella no desaparecería sin ninguna razón. ¿Qué le ha pasado? ¿Ha corrido algún tipo de peligro?
Una fuerte y repentina premonición se apoderó de mí: algo le había ocurrido a Rosaline. Marqué rápido el número de Yale.
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