Capítulo 138 Correr
Quienquiera que fuera ese hombre, no podía ser atrapado por él de nuevo. No importaba cuánto me doliera todo. No importaba que cada paso enviara rayos de agonía a través de mí. Solo necesitaba alejarme. No podía volver a las cuevas. Él me encontraría. Me llevaría, y luego no habría salida. Sabía esto. No podía decir cómo lo sabía, pero lo sabía.
Había luz adelante como la luz de la luna que se filtraba entre los árboles. Las personas que corrían delante de mí parecían frenar al llegar afuera y mirar alrededor. Empezaron a abrirse paso entre los árboles.
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