Capítulo 122 Helicóptero
Cándido se rió. -¡Qué bueno verte también con vida! Nos pondremos al día más tarde.
Fruncí el ceño. Eso sonaba como si se conocieran incluso sin las capuchas y máscaras. Pronto, dos líneas y fundas vinieron navegando hacia nosotros. Cándido se arrodilló conmigo en sus brazos. Pensé que me iba a dejar, pero pasó las correas alrededor de mi cintura y de mis muslos. El calor de sus manos entre mis piernas me ruborizó. Se tensó y tomó una respiración profunda y aguda. Nuestros ojos se encontraron y por un momento pensé, tal vez, que rompería sus reglas.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread